ECONOMíA
› LOS ESCENARIOS QUE PLANTEA LA CONSULTORA DELOITTE
¿Qué conviene: Cedro o Boden?
› Por Cledis Candelaresi
Un ejercicio presentado ayer por técnicos de la consultora Deloitte & Touche revela que, aun en el escenario más optimista, los depositantes podrían recuperar el equivalente a apenas la mitad del valor del ahorro que tenían antes de que el gobierno de Eduardo Duhalde resolviera la pesificación. En el corto plazo, no correrían una mejor suerte con los bonos del Estado.
La primera disyuntiva que enfrentan hoy los ahorristas capturados por el corralón es si quedarse en la reprogramación, aceptando los certificados (cedros), o si admitir los bonos en dólares del Estado, con vencimientos en el 2005, 2007 o 2012, según los casos. En otros términos, deben resolver si prefieren tomar el riesgo público o si confían más en la promesa de pago de su propio banco.
Según fuentes del sector bancario, hasta el momento apenas un 10 por ciento de los ahorristas en condiciones de elegir bonos habrían manifestado su intención de canjear sus plazos fijos por los Boden, conducta de que matenerse bajaría a un tercio las previsiones oficiales.
Para quienes se queden en la reprogramación, presumiblemente la mayoría de los ahorristas, los caminos no son demasiado atractivos, aunque tal vez consigan recuperar una porción de sus dólares, mayor a la que recuperarían hoy si venden el certificado en el mercado. Aquí algunos escenarios, según las estimaciones de Deloitte:
- Alguien que vende hoy un plazo fijo reprogramado, asume un descuento del 20 por ciento, según las condiciones de mercado. Antes, habrá asumido la pérdida por la pesificación a 1,40 contra un dólar de casi 4. De todo esto resulta que los ahorristas recuperarán el equivalente al 37 por ciento del valor en dólares que tenían originalmente.
- Quien se quede con la reprogramación, y admita recuperar su dinero en cuotas con los plazos e interés previstos, asumirán una pérdida diferente, según el ritmo de la devaluación del peso. Sobre la hipótesis de una devaluación en términos reales del 21 por ciento –tal el impacto que tuvo en Asia y Brasil–, en el 2005 los depositantes en cuestión habían recuperado el 52 por ciento en dólares de su ahorro original.
- Según Deloitte, el resto de los resultados son más realistas y, por esto mismo, menos ventajosos para los depositantes, quienes en ningún caso podrán recuperar dentro de tres años el equivalente a más del 37 por ciento del monto original en dólares, lo mismo que si hoy vendieran el plazo fijo.
Las opciones parten de un tipo de cambio de 4 pesos, cercano al actual, pero terminan con un escenario en el que el dólar habría llegado al escalofriantes valor de 50 pesos. Los técnicos de la consultora admiten que ese tipo de cambio estimado es sólo una hipótesis de trabajo, con escaso fundamento en la realidad. Aún así, el criterio para diseñar los escenarios posibles traducen la expectativa de un dólar que será cada vez más caro.