Los presidentes de la Asociación de Bancos Privados de Capital Nacional (Adeba), Jorge Brito, y de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), Mario Vicens, respaldaron ayer el proyecto de ley oficial para estimular la construcción de viviendas con destino a alquiler, aunque sin pronunciarse sobre los puntos concretos del texto. La iniciativa deja todavía muchas incógnitas planteadas, empezando por cómo se logrará el cometido de equiparar la cuota de los futuros créditos al alquiler.

Este propósito fue puesto en duda ayer por el consultor de Reporte Inmobiliario, Jorge Rosados, al destacar que para que exista tal equiparación sería necesario otorgar préstamos “a tasas del 4,69 por ciento anual y a treinta años de plazo”, muy por debajo del interés promedio actual y de la extensión de los créditos hoy factibles.

Para sostener su argumento, el especialista eligió como ejemplo un departamento de dos ambientes en Caballito, que tiene un valor promedio de 42 mil dólares en el mercado. Aun pensando en un plazo de tres décadas, con la tasa promedio actual, del 10 por ciento anual, la cuota a pagar es de 1143 pesos, un 75 por ciento por encima del valor de un alquiler.

Con un poco más de optimismo, Brito, titular del Macro Bansud, precisó esas posibilidades. “Hoy en la zona sur, digamos en Lugano, con lo que cuesta el alquiler se puede comprar una propiedad. No se puede comprar en la zona norte, que está mucho más cara. Si usted se hace una casa en San Andrés de Giles, le va a costar llegar, pero va a tener su casa propia”, señaló el titular de Adeba. A su juicio, las tasas podrían bajarse con un instituto público privado contra el cual las entidades puedan descontar las hipotecas en su poder.

Más elíptico, Vicens señaló que “ABA considera muy positivas las medidas e iniciativas anunciadas por el gobierno nacional para ampliar el acceso al crédito hipotecario” y prometió que los bancos internacionales “van a hacer todo lo que pueden para trasladar a las condiciones de los créditos para quienes necesitan la primera vivienda, todos los beneficios de las facilidades que se están implementando”.

Pero nadie tiene una idea muy precisa de cómo el plan oficial podría expresarse concretamente en líneas de crédito que realmente habiliten el acceso a una vivienda en las condiciones enunciadas. Ni siquiera la efectiva habilitación para que los bancos presten hasta el 100 por ciento del valor de la propiedad garantiza que esta prerrogativa se pueda generalizar.

El proyecto ingresado ayer al Senado prevé la devolución anticipada de IVA a quienes construyan edificios con unidades de hasta 120 metros cuadrados y con destino a vivienda, ya sea en alquiler o para la venta. También, para los particulares que construyan en terreno propio la vivienda para uso familiar.

Pero a esa prerrogativa tributaria se añaden una serie de enunciados que no podrán juzgarse hasta que esté la correspondiente reglamentación. Entre ellos, se declara sujeto de crédito a aquellas personas físicas que acrediten haber pagado en tiempo y forma al menos durante ocho meses el alquiler de una vivienda y se enuncia que el repago de ese préstamo debe realizarse con cuotas similares al valor de esa locación. Si el tomador no reúne las condiciones requeridas, podría ser igualmente sujeto de crédito si suscribe con el locador un contrato de leasing.

Muchos de estos postulados son por ahora más una expresión de deseos que una condición real que involucre un acuerdo con los bancos. Prueba de ello es el power point que habría difundido informalmente el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, en el que estima que con un interés del 7,5 por ciento anual (más bajo que el actual) es factible igualar el alquiler a una cuota, pero sólo en el Oeste del Gran Buenos Aires o en Lugano. La hipótesis de trabajo incluye la idea de que para el resto de propiedades, más caras, la cuota del crédito evolucione en base al valor de la vivienda.