Los gobiernos de Argentina y Brasil consensuaron los lineamientos de un nuevo acuerdo automotor bilateral y aceptaron levantar las restricciones al comercio de textiles, pollos y porcinos. El entendimiento para una nueva Política Automotriz Común prevé que los vehículos fabricados en ambos países deberán tener un 60 por ciento de autopartes elaboradas en la región, proporción que se irá reduciendo gradualmente hasta la liberación total del mercado en 2006. Sergio Amaral, ministro de Desarrollo, Industria y Comercio de Brasil, aclaró que el acuerdo no se iba a firmar en el marco de la cumbre del Mercosur que se celebra hoy en Buenos Aires, debido a que faltaban definir aspectos técnicos y jurídicos.
De acuerdo con la PAC vigente, Argentina y Brasil pueden intercambiar vehículos por valores equivalentes cada año, con un margen de flexibilidad del 10,5 por ciento, sin abonar aranceles. Hasta ahora, si se superaba este límite, se debía pagar una sobretasa del 24,5 por ciento. El nuevo acuerdo establecerá un margen de flexibilidad de 2 a 1 en el intercambio del presente año (Argentina podrá exportar dos dólares por cada uno que importe). Dicho margen aumentará a 2,2 por 1 el año próximo, a 2,4 en 2004 y 2,6 en 2005. A partir de 2006, se liberaría el comercio sin restricciones en el intercambio. También se acordó subir retroactivamente a 1,6 por 1 el margen de flexibilidad para el 2001, de modo de evitarles a las terminales argentinas pagar multas por incumplimiento. Argentina viene exportando más de lo que importa debido a que su mercado no los podía absorber.
En otro orden, Argentina y Brasil acordaron lo siguiente:
u Convenio de crédito recíproco: Se incrementó de 100 mil a 300 mil dólares el monto de las operaciones de comercio exterior que se operan bajo ese sistema de compensación de divisas a través de los bancos centrales. Se incorporarán al régimen las operaciones por automóviles, pero quedaron excluidas las correspondientes a petróleo y trigo.
u Salvaguardias: La Argentina desmantelará las tarifas especiales por dumping que se aplican a pollos y cerdos brasileños dentro de 60 días y dará por cerrada una investigación en curso sobre textiles.