El Gobierno firmó un acuerdo para ponerle un cepo a la escalada de precios en el sector de la construcción. Ayer, en la Casa Rosada, los proveedores de los principales insumos se comprometieron a mantener los valores dentro de la pauta inflacionaria prevista en el Presupuesto, que tiene un piso del 7 por ciento y un techo del 11. En lo que va del 2006, los precios de los materiales aumentaron casi el doble que la inflación.

Ayer, Néstor Kirchner recibió a los principales representantes de los proveedores del sector. Desde pinturerías, como Alba, la cementera Loma Negra, calera El Milagro y otras líderes como Techint y Acindar. En lo que va del año, los materiales para la construcción aumentaron 13,8 por ciento en promedio, contra 8,0 por ciento de la inflación minorista. En el último año se encarecieron un 16,6 por ciento.

El convenio, presentado anoche por Guillermo Moreno, se suma a los ya rubricados con otros sectores: supermercados y alimentarias forman parte de la lista con el objetivo de contener la inflación del 2007. A diferencia de éstos, en el acuerdo con la construcción se asume que los precios se corregirán, pero dentro de un marco acotado. Es el mismo modelo al utilizado con las automotrices.

La reunión de ayer fue el colofón de las conversaciones que Moreno venía manteniendo tanto con los proveedores como con las constructoras. Representantes de estas últimas, nucleados en la Cámara de la Construcción, ya habían pronosticado nuevos incrementos de sus insumos, en torno del 8 por ciento, para el año que viene. Ahora, la movida oficial apunta a congelar esa expectativa inflacionaria y evitar desbordes, como los vistos en los últimos tiempos.

Los aumentos se vienen dando en el marco del boom inmobiliario. Los propios empresarios prevén que este año se batirá el record de consumo de cemento, que alcanzaría a 9 millones de toneladas, dejando atrás la anterior marca histórica de 1998, cuando se demandaron 7,6 millones de toneladas. El caso del cemento es uno de los pocos insumos que, en lo que transcurrió de este año, se incrementó por debajo a la inflación: un 5,5 por ciento.

La radiografía del sector, no obstante, es distinta: los principales materiales aumentaron por encima del índice de precios al consumidor (IPC). Los cables de baja y media tensión subieron 56 por ciento desde enero, a instancias de la brusca trepada del cobre a nivel internacional. Los artículos de griferías subieron en ese mismo lapso un 32,4 por ciento, mientras que los ladrillos lo hicieron en un 26,1 por ciento. Los equipos para incendio, los caños y accesorios de hierro y los materiales de carpintería se encarecieron entre 13 y 16 por ciento.

Desde que la economía empezó a recuperarse, a mediados del 2002, la actividad de la construcción se duplicó. Y las empresas aprovecharon para incrementar su rentabilidad. Desde la devaluación, las mesadas de granito se constituyeron en el único producto relevado por el Indec que aumentó menos que el IPC (82 por ciento contra 87). Todos los demás sobrepasaron ampliamente ese índice, liderados por los cables que multiplicaron sus precios por 5,7.

El boom inmobiliario tiene su contracara en la Capital, desde la semana pasada. Hay seis barrios en donde se suspendió la extensión de permisos para construir durante tres meses. Aunque el gobierno de la ciudad se comprometió a acelerar los estudios ambientales para tomar una decisión final, los constructores ya advirtieron que habrá una desaceleración de la actividad. En lo que va del año, el sector creció un 20 por ciento.