Las empresas de medicina prepaga darán a conocer entre mañana y el viernes su posición respecto del aumento de tarifas para 2007. Las dos cámaras que las agrupan, Ademp y Cimara, mantienen reuniones para resolver la cuestión. El Gobierno pretende que la suba de los abonos se limite a 6 por ciento, con la posibilidad de cobrar copagos por cada consulta médica y tratamientos ambulatorios de hasta 15 pesos. Las operadoras todavía no comprometieron una respuesta, aunque fuentes oficiales indicaron a Página/12 que habría un acuerdo en esos términos.

A mediados de octubre, las prepagas anunciaron a sus afiliados que a partir del 1º de enero aplicarían subas de entre 18 y 23 por ciento. Felisa Miceli dijo que el Gobierno no lo iba a permitir y allí se abrió una instancia de negociaciones que deberá terminar esta semana.

El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y el superintendente de Servicios de Salud, Héctor Capaccioli, les plantearon a las empresas que el incremento en los abonos se limite a 6 por ciento, con una aplicación gradual de cuatro cuotas de 1,5. Además, las prepagas podrán cobrarles un “bono” a sus afiliados cada vez que sean atendidos, con un tope de 15 pesos, tal como ocurre en las obras sociales sindicales. Las compañías definirán su posición en las próximas 72 horas, según indicaron fuentes del sector.