ECONOMíA
› SEMANA DECISIVA PARA EL ACUERDO CON EL FMI
Desembarco en Buenos Aires
Ya están en el país la misión del Fondo Monetario y la comisión de expertos extranjeros que evaluará las distintas alternativas para salir del corralito. La semana más difícil para Roberto Lavagna.
El jefe de la misión del Fondo Monetario, el inglés John Thornton, aterrizó ayer en Buenos Aires, junto con la comisión de expertos internacionles que deberá saldar las diferencias de criterio que existen entre el equipo de Lavagna y los técnicos del FMI. Después de dejar las valijas en el hotel Sheraton, los “notables” tuvieron una primera reunión con el ministro de Economía, quien insistió con su plan para salir del corralito, hoy cuestionado no sólo por Washington sino también por el Banco Central.
Como reveló ayer Página/12, el Fondo distribuyó entre los “notables” extranjeros un documento que deja en claro la posición del organismo sobre la situación argentina. El informe secreto toma partido por el Banco Central, en la disputa que mantiene su presidente, Aldo Pignanelli, con el ministro Lavagna. Como es sabido, Pignanelli propone liberar las cuentas a la vista (caja de ahorro y cuentas corrientes), y realizar una nueva reprogramación de depósitos a plazo fijo, extendiendo el cronograma de devolución o generalizando los bonos. La idea es vista con cariño en Washington, que presiona por levantar el corralito de las cuentas a la vista, aun a costa de disparar una corrida sobre el dólar y más inflación. Para los técnicos del Fondo, que se oponen a que el Central venda reservas para frenar al dólar, un tipo de cambio aún más alto que el actual no sería más que “sincerar” la situación económica.
Pero la pelea entre el Banco Central y Economía no se limita al corralito sino que va mucho más allá. El documento fondomonetarista destaca la necesidad de dar completa autonomía y facultades extraordinarias al Banco Central. Así quiere crear una conducción económica paralela, independiente del poder político, para que, cualquiera sea el candidato electo en las próximas elecciones, el rumbo económico fuera el mismo.
Para contrarrestar la influencia que ese informe del FMI pueda tener sobre los expertos extranjeros, Lavagna entregó otro documento a la comisión de notables, dando su versión de la situación. De acuerdo con las cifras que maneja el ministro, hasta fin de año se retirarían de los bancos unos 17.000 millones de pesos, un número no muy diferente del que se había previsto en el programa monetario, que hablaba de 15.000 millones. Pero ahora en Economía prevén que saldrán hasta fin de año 6000 millones de pesos a causa de los amparos, frente a los 3500 millones que se estimaba originalmente.
Por eso, el ministro está convencido de que mientras siga abierta la canilla de los amparos sería muy peligroso abrir el corralito de las cuentas a la vista. En el informe que redactó para la comisión de expertos, dice que podrían desatarse presiones sobre el dólar que el Central no estaría en condiciones de controlar si, al mismo tiempo, el Fondo considera una prioridad cuidar las reservas. Vale recordar que, la semana pasada, las reservas cayeron por debajo de los 9000 millones de dólares, después de realizarse un pago de capital al BID.
En este contexto, como frenar los amparos depende de la Corte Suprema, que hasta ahora no ha dado señales en esa dirección, Lavagna rechaza otras alternativas, que terminarían perjudicando a todos los ahorristas, como un bono compulsivo.
Sea como fuere, ésta no será una semana fácil para el ministro. Porque el perfil de los expertos designados para evaluar su programa monetario parece mucho más cercano a la posición del FMI y de los bancos.
Hoy Hans Tietmeyer, ex presidente del Banco Central alemán; Andrew Crockett, ex titular del Banco Central de Canadá; Luis Rojo, ex jefe del Central de España, y John Crow, gerente general del Banco Internacional de Pagos de Basilea, se reunirán con el ministro y el presidente Duhalde, y luego partirá hacia el Banco Central. Mañana, la agenda incluye reuniones con la asociación de bancos extranjeros (ABA), los bancos nacionales (Abappra), economistas y legisladores. El gran interrogante que empezará a posarse sobre el Gobierno en las próximas horas es si el dictamen de la comisión de notables es vinculante o no. De otro modo, si la opinión que dejen por escrito en su informe deberá ser incluida como una condición más a cumplir antes de cerrar un acuerdo con el Fondo Monetario.