El gobernador bonaerense, Felipe Solá, minimizó la sobrealícuota que del Impuesto Inmobiliario y Patentes tendrán que pagar los contribuyentes con patrimonio superior a los 500 mil pesos, considerando ese aumento como “ínfimo”. Esa contribución adicional crece del 0,25 por ciento al 0,75 por ciento en la medida en que aumenta la base patrimonial. El cambio, votado la semana pasada por la Legislatura provincial, se difundió como un nuevo “impuesto a la riqueza”, ya que grava a los contribuyentes que tienen más bienes. Solá subrayó ayer el alcance limitado que tiene aquella sobrealícuota, que involucra en total a unos 130 mil contribuyentes. “El valor fiscal está tres veces por debajo del precio de venta de una casa, por lo que quien tiene un patrimonio (declarado) de 500 mil pesos tiene, en realidad, un patrimonio (real) de un millón y medio”, sentenció. El gobernador también destacó que si bien algunos enfrentarán un pago mayor del Inmobiliario, unas 500 mil familias dejarían de abonarlo, ya que la valuación mínima imponible subió de 20 a 44 mil.