A pesar de que los decretos de rescisión de las concesiones de las líneas Roca y Belgrano Sur se fundamentan en los “graves y reiterados incumplimientos” verificados por la Comisión Nacional de Regulación del Transporte que figuran en un inaccesible informe, hace poco más de un año este mismo organismo de control negó ante la Justicia las acusaciones que el defensor del Pueblo de la Nación había presentado contra Metropolitano por la concesión del ex Roca en una demanda por los “reiterados incumplimientos” que implican violación a los derechos humanos.

La denuncia del ombudsman Eduardo Mondino fue presentada 28 de julio de 2005 contra todas las empresas concesionarios de las líneas metropolitanas por “los reiterados y sistemáticos incumplimientos que generan situaciones de flagrantes violaciones a los derechos humanos que padecen los usuarios”. La demanda sostenía que “se pudo constatar un deterioro progresivo y sostenido tanto de las instalaciones como del servicio en sí”, y solicitaba una acción de amparo con el objetivo de que se las condene y se “les exija que brinden un servicio digno y eficiente”. El defensor del Pueblo también denunciaba a la Comisión Nacional de Regulación del Transporte por las deficiencias en las tareas de control y sanción que le competen.

En el expediente que se abrió específicamente para la ex línea Roca en el Juzgado Federal en lo Contencioso Administrativo 3, la CNRT se presentó como parte el 22 de febrero del año pasado solicitando que “se rechace la demanda respecto de este organismo”, pero también negó que en la ex línea Roca existieran los incumplimientos señalados por la Defensoría. El descargo firmado por el abogado de la Comisión Manuel Cáceres dice por ejemplo:

- “Niego que las instalaciones y el servicio hubieran decaído de manera progresiva y sostenida”.

- “Niego que la totalidad de las estaciones no proporcionen las condiciones mínimas de accesibilidad para personas discapacitadas”.

- “Niego que las máquinas expendedoras de boletos tengan mal funcionamiento”.

- “Niego que todos los servicios sanitarios carezcan de higiene o iluminación”.

- “Niego que las estaciones carezcan de limpieza y mantenimiento, y que posean escasa señalización”.

- “Niego que el personal de seguridad existente se encuentre abocado exclusivamente al control de ingreso y egreso de pasajeros”.

- “Niego que el estado de los vagones sea deficiente, que posea ventanillas y asientos rotos, y con falta absoluta de limpieza”.

El rosario de negativas se refiere a las pruebas aportadas por la Defensoría a partir de inspecciones realizadas en una treintena de estaciones del ex Roca.

En ese mismo escrito, sin embargo, la CNRT declara que “como consecuencia de las inspecciones realizadas” por ellos, “durante 2003 se han aplicado penalidades por un total de 950.640 pesos, durante 2004 por 9.125.148 pesos, y en el 2005 por 671.655 pesos”. Se desprende de los montos que a juicio de la CNRT en el último año Metropolitano había mejorado mucho.

Sin embargo, el decreto presidencial de rescisión del miércoles pasado habla de que “se han verificado incumplimientos graves y reiterados en las obligaciones a cargo del concesionario, que han dado lugar a la aplicación de numerosas sanciones por parte de la autoridad de aplicación, que se detallan en el informe de la CNRT de fechas 16 y 18 de mayo de 2007”.

Dicho informe fue pedido por este diario a la Comisión sin obtener respuesta. No está incorporado a su paupérrima página web, donde tampoco aparece información agregada y mucho menos detallada sobre multas aplicadas, como para constatar qué es lo que hizo la CNRT de 2006 en adelante.