El índice de precios al consumidor se incrementó en julio un 3,2 por ciento, con lo que la inflación del año suma ya un 34,7 por ciento. Los datos corresponden a la medición oficial que realiza el Indec, cuya directora de Precios, Graciela Bevacqua, ensayó ayer una optimista interpretación del IPC, al asegurar que “hubo una desaceleración en el ritmo ascendente de la inflación”. Pero sólo el provisorio congelamiento de los servicios públicos puede explicar aquel resultado, muy modesto en relación a la sensación térmica de los consumidores.
Como en meses anteriores, el índice de precios mayorista subió más, alcanzando un 4,7 por ciento en julio y un 97,5 por ciento en lo que va del 2002. En parte por su composición, ya que en la elaboración de este indicador tienen un gran peso relativo los productos importados, cuyos precios subieron al ritmo del dólar.
Según precisa el análisis del Indec, el aumento promedio en el rubro Bienes alcanzó en julio al 4,1 por ciento, mientras que en Servicios el aumento registrado fue del 1,7 por ciento. En lo que va del año, uno y otro grupo de productos muestran incrementos del 59 y el 8,3 por ciento, respectivamente. Bien sea por la menor competencia de los importados (textiles, por ejemplo) o porque son productos exportables (aceites), los primeros tuvieron menos obstáculos para encarecerse.
Pero el IPC sufrirá un previsible salto cuando los servicios se actualicen, tal como aspiran las empresas prestadoras y se dispone a autorizar el Gobierno apenas el tiempo político se lo permita. La inflación de agosto tendrá, además, el impulso que por arrastre le darán algunos aumentos registrados en los últimos días y que por esto no tallaron en la medición, como el de la carne.
El rubro que en julio lideró los aumentos es el de Esparcimiento, que subió un 7 por ciento, impulsado por las vacaciones. Pero a renglón seguido se ubicó el de Alimentos y Bebidas, con una suba del 4,1 por ciento. Otro productos que se encarecieron por encima del promedio, principalmente demandados por las personas de bajos ingresos, son choclo (60 por ciento), arroz (19,2 por ciento) y papa (15,2 por ciento).
La directora del Indec explicó que “en las primeras semanas (del mes) hubo ofertas especialmente en carnes” que contribuyeron a atemperar las subas y aclaró que “los aumentos en la carne se dieron en los últimos dos días”, con lo cual no impactaron plenamente en el índice. Puntualizó además que habitualmente en julio el rubro indumentaria muestra caída de precios y que sin embargo este año se observó un aumento de 2,4 por ciento. En una conferencia de prensa que se realizó en la sede del organismo técnico, Bevacqua señaló que el arrastre para agosto es de 1,3 por ciento.