México se esfuerza en mostrar los números ordenados de sus cuentas públicas para diferenciarse de los países latinoamericanos. La tarea, sin embargo, no está dando sus frutos, aunque no por América latina, sino por la recesión de su principal socio comercial, Estados Unidos. Por ahora, sus reservas internacionales de 43 mil millones de dólares y su relativamente bajo endeudamiento externo lo ponen a salvo de las turbulencias financieras regionales.
México presenta una sólida disciplina financiera y no debería verse afectado por la marea que sacude a América latina, señalaron las autoridades del país al presentar un balance sobre la situación económica. El país no debe hacer frente a ningún pago especialmente importante de la deuda externa en 2002 (74.403,3 millones de dólares al cierre del segundo trimestre) ni tiene previsto pedir prestado, aseguró en declaraciones a la prensa el subsecretario de Hacienda, Agustín Carstens. “El país definitivamente no requiere ningún programa (de asistencia del FMI) y no estamos en ninguna discusión para (solicitar) asistencia en ninguna de sus versiones.”
Carstens se mostró optimista frente a los resultados macroeconómicos de este año y proyectó un crecimiento del Producto Interior Bruto del dos por ciento. Sin embargo, para ello debería crecer el resto del año a tasas próximas al 5 por ciento. “El corazón de la economía estadounidense sigue muy fuerte”, expresó confiado. No obstante, admitió que el Gobierno mexicano observa con cautela la evolución de la economía de su vecino –su principal socio comercial, inversor y destino del 85 por ciento de las exportaciones– así como los vaivenes en los mercados financieros estadounidenses y de los países del cono sur que están en crisis: Argentina, Uruguay y Brasil.
Por las dudas, destacó que México cuenta con reservas por más de 43 mil millones de dólares –una cifra récord– y no tiene problemas para cumplir con los pagos externos. Su deuda pública es de 76 mil millones de dólares y presentó un aumento en lo que va del año de 0,6 puntos del PIB.