El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, volvió a descartar un aumento de tarifas del servicio eléctrico para el sector residencial del área metropolitana (Capital Federal y conurbano). “El problema energético es más complejo que la tarifa de los residenciales y se soluciona incorporando megavatios al sistema”, afirmó en la entrevista radial que concedió ayer. Destacó que la normalización del régimen de lluvias en la cuenca del Río Uruguay “trajo alivio” a la situación energética y estimó que, “a mediados de la semana que viene, vamos a estar a pleno” en las condiciones de generación de la central de Salto Grande.

De Vido recordó el anuncio oficial de llamado a licitación para la incorporación de “1600 nuevos megavatios a través de una inversión genuina, con financiamiento desde el Tesoro y la empresa Enarsa” (ver aparte). También apuntó el aporte del gas que recibe Argentina desde Bolivia, asegurando que este país está cumpliendo con los volúmenes mínimos comprometidos y, en este momento, ofreciendo 1,3 millón de metros cúbicos diarios más. “Estamos recibiendo 5,8 millones de metros cúbicos diarios, de 4,5 millones que estaban comprometidos por contrato; algunos días hemos llegado a recibir 7,7 millones, que es lo que la tubería existente da para traer, y tenemos una previsión de crecer en 16 millones de metros cúbicos” la importación, como consecuencia de la primera etapa de las obras de ampliación de gasoductos previstas.

El ministro de Planificación deploró que exista “una serie de sectores que el único modelo que tienen para ampliar la oferta de energía es a través de un aumento de tarifas”. Y opinó que “en el desarrollo y aumento de la generación energética, la cuestión tarifaria es un punto, pero la cuestión pasa por otro lado”. “En general, los opinólogos, que fueron ministros y secretarios, algunos empresarios, nostálgicos de otras épocas, plantean la cuestión energética exclusivamente desde el punto de vista tarifario.” A su criterio, “en realidad, lo que tienen es interés en algunas empresas energéticas y punto. No veamos otra perspectiva más que ésa”.

Explicó que “los precios relativos de las tarifas en la Argentina no responden a un capricho del Presidente, sino a un modelo de producción que se quiere promocionar fuertemente”. “Está claro que el problema energético es un mucho más complejo que la tarifa de los residenciales”, reiteró, por último.

En cuanto al estado actual del sistema, el ministro aseguró que “no es la temperatura lo que ha traído alivio, sino la normalización de la cuenca del Río Uruguay, que hacía que la represa de Salto Grande estuviera en niveles mínimos”. De Vido puntualizó que “las lluvias en el Río Uruguay llevaron a casi a 34 metros la cota de la represa. Creo que vamos a estar en 37, y ya en 36 metros de cota significa que Salto Grande empieza a verter agua”. Y precisó que “la importación de 1100 megavatios de electricidad de Brasil está llegando normalmente todos los días”, y subrayó que “la semana pasada Uruguay nos vendió 200 megavatios que nos vino bien”. Sostuvo, al respecto, que “un país que exporta productos manufacturados e importa energía es por mérito de un modelo productivo que es eficiente”.

De persistir estas condiciones, según De Vido, “a mediados de la semana que viene Salto Grande va a estar a pleno y con las condiciones de agua suficientes” para alcanzar su máximo nivel de producción, de 1890 megavatios de potencia (entre el 9 y el 10 por ciento de la potencia total disponible del sistema eléctrico nacional).

De Vido reiteró el anuncio formulado el día anterior, en relación con la licitación para la construcción e instalación de siete generadores con una potencia total de 1600 megavatios, que comenzarían a producir durante el año 2008. La inversión prevista asciende a 3250 millones de pesos.

El decreto 938/07, publicado ayer en el Boletín Oficial, dispone que la empresa Enarsa avance en la contratación de la instalación de cinco centrales de generación eléctrica a gas, por una potencia total de 1500 megavatios. Las centrales serán emplazadas: tres en provincia de Buenos Aires, una en Córdoba y Santa Fe. En Ensenada se instalarán dos turbogeneradores de 270 megavatios cada uno, en Campana otros dos de igual capacidad y en Necochea, una turbina más. En las dos provincias mencionadas, se prevé instalar sendas plantas térmicas de 125 megavatios cada una. El cronograma prevé que, sucesivamente, las cinco plantas entren a operar entre junio y noviembre del año próximo, sumando para esa fecha 1600 megavatios adicionales al sistema eléctrico nacional.