A partir del lunes próximo, las temperaturas mínimas volverán a descender en Capital Federal y alrededores, y con ello se prevé un aumento en la demanda de gas y electricidad por parte de los usuarios residenciales. El Programa Energía Total, lanzado por el Gobierno, buscó resolver la disponibilidad de gas para uso residencial mediante su sustitución por combustibles líquidos en actividades productivas. Pero los problemas de logística para el transporte y almacenamiento de combustibles podrían demorar su puesta en marcha, estimaron expertos del sector, más allá del regreso de una nueva ola de frío polar al área metropolitana.

En el sector petrolero estiman que la demanda extra de combustibles líquidos requerirá de una flota de camiones para su traslado no accesible en el país en estos momentos. “La necesidad de camiones cisterna se incrementaría entre un 20 y un 30 por ciento, según se calcula, y no existe esa cantidad de unidades ociosas”, señaló una fuente consultada por este diario. “El transporte de fuel, en particular, requiere el mantenimiento de temperaturas que no cualquier unidad de transporte está en condiciones de ofrecer; los únicos vehículos que se adaptarían son los que actualmente transportan asfalto”, agregó el especialista en transporte de hidrocarburos y derivados. Ese problema logístico debería resolverse, en parte al menos, con la movilización de unidades de transporte de líquidos combustibles desde países limítrofes, como Uruguay y Brasil.

Otro inconveniente que prevén los ejecutores del Programa Energía Total es el de la falta de instalaciones para almacenamiento en las plantas unidades de producción que lo demanden. Acostumbrados al uso de gas natural, no cuentan con silos o tanques como para recibir el fluido que utilizarán durante varios días. La alternativa es recepcionar en forma fraccionada el combustible, lo cual otra vez volvería el problema al de la falta de unidades de transporte. El intríngulis aún está lejos de haber sido resuelto, aunque las necesidades apremian.