Los bancos Macro y Comafi se repartirían 53 de las 92 sucursales del Scotiabank Quilmes y absorberían a 1200 de los 1700 empleados de la entidad suspendida. Esta es la salida que anoche empezó a evaluarse en el Banco Central. La definición podría tomarse hoy mismo, de arribarse a un acuerdo. Tras la operación, el nombre del Scotiabank Quilmes desaparecerá del mercado.
Los empleados que quedarán cesanteados recibirán indemnización doble, dijeron fuentes del BC a este diario. En cuanto a la propuesta, Sedesa aportaría 190 millones de pesos y el estatal Fondo Fiduciario Bancario prestará a los adquirentes otros 50 millones. Los bancos compradores aportarán 20 millones de pesos en conjunto. En la oferta original del Comafi se preveía un aporte de Sedesa por 240 millones de pesos y otros 60 del FFB.
Según trascendió, el Comafi se quedaría con la casa central, las filiales de Capital y el Gran Buenos Aires, mientras que las ubicadas en el interior pasarían a manos del Macro, con una distribución equilibrada de depósitos. El Scotiabank se encuentra suspendido desde el 18 de abril pasado y hoy vencería el plazo para encontrarle nuevo dueño.