“Estábamos en 21 por ciento de desocupación, hoy estamos en el 8,5 por ciento y, en el último mes de julio bajamos al 7,8 por ciento. Miren si no estamos ganando la batalla de la inclusión”, afirmó ayer Néstor Kirchner, aprovechando esta tribuna patagónica para anticipar el último registro oficial del desempleo escoltado por su mujer, la senadora y candidata presidencial, Cristina Fernández.

Javier Madanes debe haber escuchado discretamente, recordando con satisfacción los números que su empresa difundió en relación con la obra ejecutada y con la prometida: la primera etapa implicó un promedio de 1500 ocupados y la segunda fase entrañará unos 800, básicamente involucrados con las tareas de construcción. Menos cómodo lo deja la discusión con la Unión Obrera Metalúrgica por el salario de los empleados estables de la planta de aluminio, que protagonizaron un conflicto hasta hace días.

Enemigo de fijar ningún tipo de pauta salarial, Madanes opina que “las partes tienen que negociar libremente”. Pero admitió que “en un contexto de alta inflación la discusión se hace más difícil. La gente sabe defender lo suyo y no se va a resignar así nomás a perder”.