“Entiendo que el pueblo argentino tenga resentimiento con el FMI, porque las políticas que se llevaron adelante parecían no tener en cuenta la realidad.” Frente al ministro de Economía, Miguel Peirano, el candidato europeo a ocupar la jefatura del FMI, Dominique Strauss- Kahn, reconoció la cuota de responsabilidad del organismo en las políticas económicas aplicadas en el país durante la década del ’90. El francés, que cuenta con todos los avales para convertirse en el nuevo director del Fondo, se reunió también ayer con el presidente Néstor Kirchner. En ese encuentro, el Gobierno le planteó la necesidad de avanzar en una “reforma integral” del Fondo, de manera tal de democratizar la toma de decisiones dentro del organismo, por fuera de la mesa chica de Estados Unidos y un selecto grupo de países europeos. Además, Kirchner ratificó su intención de renegociar la deuda con el Club de París, pero sin acordar antes con el FMI, como establecen los estatutos de ese club de acreedores.

Como lo había hecho en los últimos días, en sus visitas a Bolivia y Chile, Strauss-Kahn se mostró comprensivo con los reclamos del país y se dedicó a elogiar el desempeño de la economía. Así, tanto frente a Peirano, como en sus encuentros con Kirchner y el titular del Banco Central, Martín Redrado, calificó como “muy impresionante” el crecimiento de la economía durante los últimos años. Además, se permitió, en esos encuentros reservados, una crítica a la actuación del Fondo en los noventa, por recomendar políticas que “no parecían tener en cuenta la realidad”, algo que difícilmente repita en público, ya que significaría enfrentarse antes de asumir con todo el staff de economistas del organismo que promocionó con entusiasmo esas políticas. Strauss-Kahn es el principal candidato a suceder al español Rodrigo Rato al frente del FMI y su eventual designación se concretaría durante la asamblea anual de la entidad que se realizará en octubre en Washington.

La posición del Gobierno frente a la nominación de Strauss-Kahn, dirigente del Partido Socialista francés y ex ministro de Finanzas del gobierno de Jospin, fue un respaldo condicionado. “Cuenta con sobradas credenciales” para acceder al cargo de director del FMI, “pero la decisión final de apoyar a un determinado candidato se tomará en función de que los intereses de Argentina queden adecuadamente representados”, manifestó en un comunicado oficial. La nota destacó, además, “la importancia de tener en cuenta las situaciones particulares de cada país en el diseño y aplicación de políticas para atender situaciones de crisis, en vez de actuar con recetas únicas”.

Según fuentes oficiales, Peirano reiteró “la propuesta argentina de modificar el sistema de decisiones en el FMI para que en las determinaciones del organismo no sólo tengan peso los votos de los países que más aportan, sino también las opiniones de todos los miembros en forma nominal”. El Fondo está integrado por 184 países. Pero las decisiones son tomadas en la mesa chica del comité ejecutivo de la entidad, que encabeza el gobierno norteamericano, con el 18 por ciento de las acciones (aportes o cuotas al capital) del organismo, seguido por Francia, Inglaterra, Alemania y Japón.

El planteo argentino, en este sentido, se alinea con las demandas de países como Brasil, China o India, que exigen una mayor representación dentro de la entidad, a través de un mecanismo de “actualización periódicas de cuotas”, teniendo en cuenta la creciente preponderancia de estos países en la economía mundial durante los últimos años. Por caso, la idea que impulsa la administración Kirchner –expuesta en el comunicado difundido ayer– es que en temas claves siempre haya un sistema de “doble mayoría”, de modo tal que una mayoría de países miembros ratifiquen o rechacen las propuestas.

Kirchner ratificó también el objetivo oficial de “normalizar las relaciones financieras con el Club de París”, pero “con las limitaciones existentes”. El límite está dado por la negativa del Gobierno a aceptar la intervención del FMI en el proceso de refinanciación de la deuda de 6000 millones de dólares con el Club de París.