No sólo las heladas están impulsando una suba en el precio de las verduras. El Senasa informó ayer que durante los primeros siete meses del año se exportaron 443 mil toneladas de hortalizas y legumbres por 200 millones de dólares. Estas cifras representan un incremento de 11 por ciento en volumen y 49 por ciento en divisas, respecto de igual período del año anterior. Del total exportado, 219 mil toneladas correspondieron a cebollas, siendo la contracara una suba de 39,3 por ciento en el precio interno, según datos del Indec.

Brasil es el principal mercado receptor de cebolla argentina. Hacia allí se enviaron 157 mil toneladas por 33 millones de dólares. La demanda brasileña aumentó en los últimos meses por los problemas registrados en su producción a raíz de las sequías. Esta bonanza exportadora produjo una retracción de los envíos al Mercado Central provocando la escalada en el precio interno. Por ejemplo, en los primeros diez días de agosto los ingresos al mercado cayeron un 25 por ciento en relación con el mismo momento de 2006. También creció fuerte la venta de ajo. Entre enero y julio se exportaron 83 mil toneladas por 81,8 millones de dólares, siendo Brasil el principal destino.

En el caso de las legumbres, se exportaron 40 mil toneladas de porotos alubia originarios de Salta, Jujuy y Buenos Aires por 28 millones de dólares, 38 mil toneladas de poroto negro por 15,9 millones y 20 mil toneladas de arvejas por 5,4 millones de dólares. El principal destino para el poroto alubia fue España, con 15.124 toneladas por 10,1 millones de dólares; el poroto negro tuvo como primer mercado a Venezuela, con 20.207 toneladas por nueve millones, y Brasil fue el primer destino de las exportaciones de arvejas, con 14.397 toneladas por 3,8 millones.

En algunos casos la producción alcanza para abastecer al mercado interno y exportar. Sin embargo, cuando la demanda externa crece los productores suelen restringir los envíos a los mercados concentradores para no poner en riesgo su ingreso en dólares. Esto viene pasando con la cebolla ante la pasividad del Estado.