La Dirección General de Defensa y Protección al Consumidor de la ciudad de Buenos Aires acusó de “publicidad engañosa” a los supermercados Coto y Carrefour, que a través de sus avisos habrían inducido a engaño a sus clientes. El organismo realizó formalmente la imputación a esos dos supermercados, lo que los obliga a suspender las comunicaciones objetadas como medida cautelar. La autoridad administrativa podría disponer la aplicación de multas, algo que hasta ayer no había sido anunciado.

En el caso de Coto, el problema es que ofreció descuentos de entre 15 y 20 por ciento para el pago con tarjetas de débito y crédito sin aclarar que una gran variedad de artículos quedaban excluidos de la promoción. Entre ellos, los que tenían sus precios rebajados en función del acuerdo celebrado con el Gobierno, los de Bodegas Chandon y los cortes de novillo, novillito, ternera y menudencias. El aviso en cuestión sí aclaraba, aunque con tipografía de menor tamaño, que los descuentos no se aplicaban para ventas telefónicas o realizadas a través de Internet.

Carrefour fue imputado por la consigna que prometía “el precio más bajo garantizado cuando más lo necesitás”, ya que esta ventaja sólo se ofrecía sobre 600 de los 20 mil artículos que se comercializan en las góndolas del hipermercado francés. La empresa prefirió llamarse a silencio para “no entorpecer el proceso en curso”.