El banco de inversión estadounidense JP Morgan sacó a la Argentina del infierno, al menos por los próximos meses. El gigante de Wall Street pronosticó en su último informe que el dólar se ubicará en 4,50 pesos a fin de año. Con el dólar cerrando ayer a 3,63 en el mercado libre puede parecer una mala noticia, pero hasta esta revisión, el JP Morgan preveía que el dólar cerraría el año a 9,50. Pero, no hay que cantar victoria: los analistas del Morgan creen que, al revés de lo que promocionan las autoridades, lo peor sucederá al llegar el 2003.
El cambio de expectativas está en apenas un párrafo de 22 páginas dedicadas a los países emergentes: “El nuevo pronóstico observa un tipo de cambio más estable hacia adelante –de 4,50 pesos a fin de año en vez de 9,50 del anterior– gracias a que la monetización de los depósitos (fuga del corralito) es menor a la esperada y a la fuerte contracción de la actividad económica”. El argumento podría objetarse: la depresión de la economía ya existía cuando la salida de la Convertibilidad y no impidió la disparada del dólar. Por otra parte, la huida de fondos de las cuentas a la vista menguó porque los 25.000 millones de pesos que quedan son mayoritariamente transaccionales, según el Banco Central, por lo cual la posibilidad de que sirvan para comprar dólares es muy limitada.
El banco de inversión prevé una escalada en los próximos 40 días, con el tipo de cambio en 4 pesos. En la city parecen más optimistas: el mercado de futuros (Indol) cerró ayer a 3,79 pesos para fin de setiembre, una baja de seis centavos. Para los expertos del JP Morgan, el dólar treparía a 6,50 pesos hacia marzo de 2003 y terminaría el año en 9. Para justificar el escenario, recurren a una explicación conocida, la incertidumbre del proceso electoral, y dan un golpe al Gobierno. Afirman que no conseguirá acuerdo con el FMI y tendrá que usar reservas para cumplir con la deuda.