El costo de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) aumentó 0,67 por ciento en septiembre, por lo que una familia tipo requirió de 445,0 pesos para no caer debajo de la línea de indigencia. El dato, entregado por el Indec, surge de la evolución de los precios de los alimentos, que el mes pasado avanzaron 0,7 por ciento en promedio, con una caída del 1,7 en las verduras. La Canasta Básica Total (CBT), que además de productos de primera necesidad incorpora otros bienes y servicios, también se encareció 0,67 por ciento, hasta 952,3 pesos.

La difusión del índice de inflación dio lugar a un hecho inédito: una asociación de amas de casa convocó a un cacerolazo en los barrios de Belgrano y Caballito, en Capital Federal, y en el centro de Rosario. El Grupo Amas de Casa Argentinas reclamó por la transparencia de los datos oficiales y por un freno a la inflación. “Le sugerimos al Gobierno, con todo respeto, que se den una vuelta por la verdulería para que vean cuánto cuesta el kilo de tomates”, reclamaron.

La variación de la CBA y la CBT fue menor al 0,8 por ciento del Indice de Precios al Consumidor de septiembre. En lo que va del año, la CBA acumula una suba del 7,36 por ciento, mientras que la CBT aumentó 5,87 por ciento, debido a la estabilidad de las tarifas de los servicios públicos que también se computan.

Según los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) para el primer semestre, el 23,4 por ciento de la población se encuentra por debajo de la línea de la pobreza, y entre ellos, un tercio es indigente. Para determinarlo, se comparan los ingresos de la población con el costo de las canastas.