ECONOMíA
› BANCOS Y CASAS DE CAMBIO OBTUVIERON FORTUNAS EN LA CALESITA
Cómo ganar más de dos millones en horas
Al cierre de las transacciones de ayer, el Gobierno buscaba una fórmula para evitar la disparada del dólar: casi llega a los dos pesos y su valor para dentro de un año está previsto en tres pesos cincuenta. El Banco Central podría vender dólares a través del Nación para aumentar el control.
› Por Claudio Zlotnik
La devaluación les está dejando un negocio atractivo a los bancos y a las casas de cambio. El Banco Central les vende dólares a 1,70 pesos e, inmediatamente, los cambistas colocan esos mismos billetes entre sus clientes entre a un valor que oscila entre 1,90 y 1,95. Frente a esta realidad, hay quienes argumentan que, sin la intervención de la autoridad monetaria, la devaluación sería más profunda. Otros, en cambio, explican la carrera alcista del dólar por la mera especulación de los financistas intermediarios. Más allá de cualquier teoría, lo cierto es que los bancos y las agencias embolsaron, en apenas unas horas, al menos dos millones y medio de pesos. En Economía buscan ponerle coto a esta calesita. Los funcionarios de Jorge Remes Lenicov quieren que el Banco Nación le venda dólares directamente al público.
Los operadores económicos aguardan las reglas de la nueva política monetaria. Es decir, de cuáles normas e instrumentos se valdrá el Gobierno para dar certidumbre sobre la cotización futura del dólar. Hoy, esas certezas no existen. Prueba de ello, dos datos que meten miedo. En el mercado de futuros, el dólar a un mes cerró a 2,30 pesos. Y el panorama a un año es peor. Los financistas apuestan a que costará 3,50 pesos.
La manera en que el Central interviene en el mercado de cambios es singular. Cuando el dólar amenaza pasar la barrera de los 2 pesos, ofrece venderles dólares a 1,70 peso a las entidades financieras y a las agencias de cambio que posean cuentas corrientes abiertas en el propio Banco. En esas cuentas corrientes, los compradores deben depositar los pesos que quieran trocar. Al rato, se les acreditan los billetes verdes y los agentes envían los camiones blindados para retirar el dinero.
Roque Maccarone, titular del BC, puso un límite: no acreditará más de 500 mil dólares diarios en cada caja.
Con los dólares en la mano, en varias casas de cambio habrían optado por guardarlos en las cajas fuertes antes que ponerlos a la venta, según comentaron a Página/12 diversos agentes. Obviamente, quienes acopian dólares están pensando que la divisa seguirá subiendo frente al peso. Funcionarios del Palacio de Hacienda reconocieron a este diario que el mercado “no es transparente” y que se tomarían medidas en los próximos días, aunque, al mismo tiempo, reconocieron que después de casi 12 años de convertibilidad se habían desactivado los controles cambiarios.
A diferencia del martes, ayer el Banco Central no informó sobre la cantidad de dólares vendidos en el mercado. En la City señalaron que la intervención habría sido de una magnitud mayor a la del día anterior, cuando ascendió a 8,8 millones de dólares. En caso de que la colocación haya alcanzado los 10 millones, la ganancia de los bancos y agencias redondearía unos 2,5 millones de pesos. En diálogo con este diario, un alto funcionario del equipo económico reveló que se estaban analizando dos alternativas para seguir actuando en el mercado de cambio:
- La venta de dólares a través de las sucursales del Banco Nación, a las que también podrían sumarse las demás ventanillas de las entidades financieras oficiales. En este caso, el Central también pondría un precio para las operaciones de compra-venta, pero dejaría de ser el “interventor bobo” que actúa para que un grupo de agentes embolse ganancias o especule. Este método sería mucho más efectivo que el utilizado en los últimos días ya que –hasta ahora quedó demostrado– las casas de cambio y los bancos neutralizaron los efectos de la intervención oficial, y mantuvieron el dólar libre entre 50 y 55 centavos por encima de la cotización oficial.
- La colocación de divisas entre bancos y casas de cambio mediante una licitación. Con esta metodología, algunos expertos sostienen que el precio resultante del dólar sería más parecido al que tiene en el mercado. “La brecha que vimos en estas dos jornadas se achicaría en forma notable y, al mismo tiempo, el Central lograría ponerle un techo a la cotización del dólar”, explicó un funcionario a este diario. A pesar de que el mercado libre ya transcurrió su tercer día pos convertibilidad, todavía no existe una estimación válida del monto global de operaciones. Algunos financistas coincidieron en que en la City se transan entre 40 y 50 millones de dólares diarios.
Sin dudas, el corralón impone límites severos a las operaciones con dólares. Con el escaso efectivo que circula en la calle no hay corrida en contra del peso. Y esta circunstancia hace aún más ininteligible la disparada del dólar, de casi el 100 por ciento desde que se decretó la muerte de la convertibilidad.
En Economía argumentan sobre la dificultad de flexibilizar el corralón sin que ello se traduzca en una avalancha de compradores de dólares que termine por encumbrar el precio de la divisa hasta límites hasta ahora insospechados. Pero el hermetismo del sistema financiero tampoco es garantía de que las cosas mejoren. Ya hay varios economistas, que piden la reserva de su identidad para evitar un empeoramiento de los ánimos, que advierten sobre un brote brusco de la inflación en caso de que el dólar libre se mantenga orillando los 2 pesos durante las próximas dos semanas.
Jorge Todesca, viceministro de Economía, admitió que recién se anunciarían cambios para el fin de semana, aunque después de tantas postergaciones ya nada es seguro. Mientras tanto, muchos expertos sostienen que Economía debería trabajar en medidas que le den transparencia al mercado de cambio. En Brasil, un comité independiente (Copom) marca la política de tasas de interés.
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