Un clima tenso recibirá a Peirano a su llegada a Washington. El informe semestral del FMI condena la política de precios e insiste con medidas recesivas para frenar la inflación. El ministro respondió.
Empecinados en sus anquilosados criterios, los directivos del Fondo Monetario lograron hacer salir a Miguel Peirano del bajísimo perfil que había cultivado desde su llegada al Palacio de Hacienda. Por segundo día consecutivo, y apenas horas antes de abordar el avión que lo transportaría a Washington, el ministro debió rechazar nuevas expresiones críticas del organismo internacional contra la política económica argentina. Esta vez a través del informe semestral sobre las perspectivas económicas mundiales, el FMI alertó sobre los peligros que se ciernen sobre la economía a raíz de la inflación y de las medidas que está tomando el Gobierno para limitarla. Las medidas adoptadas “podrían empeorar el clima de negocios y agudizar los límites de la capacidad productiva”, advirtió por escrito el Fondo, mientras que el alto funcionario que hizo la presentación le agregó picante al informe recomendando políticas exactamente contrarias a las que se aplican en este momento en el país: subir las tasas de interés, dejar caer el dólar, bajar el gasto público y tener cuidado con las alzas de salarios, por la “inflación subyacente” que provocan.
El informe del organismo mencionó que Argentina ha limitado los ajustes de precios en algunos sectores, firmó acuerdos con empresas e impuso restricciones a la exportación para hacer bajar el valor de algunos productos en el mercado interno. Pero advirtió que esas acciones podrían traer consecuencias negativas, ya que “si se mantienen, agudizarían los límites de capacidad productiva de sectores clave y socavar el clima de negocios”, según señala en el mencionado informe.
El FMI estima que el índice de precios al consumidor subirá este año 9,5 por ciento con respecto al año pasado –comparando promedios anuales, no punta a punta del año como lo informa el Indec–. En 2008, siguiendo la misma metodología, calcula que la suba del índice será del orden del 12,6 por ciento, ubicándose por encima del alza verificada en 2006 con respecto a 2005.
Las presiones inflacionistas siguen siendo “una seria preocupación” en Argentina y para controlarlas el Gobierno debería frenar el gasto fiscal y el Banco Central aumentar sus tasas de interés, afirmó Charles Collyns, el funcionario del Fondo que tuvo a cargo la presentación del informe. Collyns, vicedirector del departamento de investigación del FMI, estimó que la inflación argentina de 2008 sólo sería superada por la de Venezuela, calculada en el 19 por ciento. “Creemos que hay espacio para un mayor reforzamiento de la política monetaria” mediante nuevas alzas de las tasas de interés, explicó el funcionario del FMI, que también recomendó al Gobierno que frene el gasto fiscal. “Las tasas de interés siguen siendo negativas en términos reales –comparadas con la tasa de inflación– y pensamos que hay margen para subirlas”, opinó.
“Va a ser importante mantener la disciplina fiscal”, aseguró Collyns. “Hemos visto un crecimiento más bien fuerte del gasto del Gobierno el año pasado y se produjo una reducción del superávit fiscal primario”, remarcó.
En rueda de prensa, Collyns comentó que es difícil hacer predicciones exactas debido a los controles de precios impuestos por el Gobierno, pese a lo cual afirmó que “la inflación subyacente en Argentina empuja al alza; vemos presiones fuertes por el lado de los salarios, que subieron un 23 por ciento en el último año”.
La respuesta de Peirano, más extensa y explícita que la del día anterior, llegó ayer a primera hora de la tarde. “La recomendación de políticas del FMI es parte de la receta que ya llevó en el pasado a años de estancamiento de nuestra economía”, apuntó. “El FMI quiere que bajemos los niveles de actividad, de consumo, que enfriemos la economía y, así, volver a la lógica de los ajustes.” El ministro recordó que el organismo multilateral “ya lo propuso en el pasado, convalidando políticas inconsistentes, y lo sigue reiterando con propuestas extremadamente limitadas en su concepción técnica”.
Peirano viajó para participar de la Asamblea del FMI en Washington. Pero, previo a ella, tiene previsto reunirse con el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry Paulson, y con el futuro director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, para buscar destrabar las negociaciones por la refinanciación con el Club de París. Las expresiones del titular saliente del Fondo el martes, Rodrigo Rato, y el informe difundido ayer y sus comentarios por el funcionario que lo presentó, no crearon el mejor clima previo. Aunque es posible que estas mismas posiciones sean aprovechadas por la delegación argentina para insistir en la necesidad de un cambio de orientación en la política del Fondo, ante la tozudez de sus directivas pese al fracaso ya evidenciado de tales políticas.
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