Desde fuentes oficiales circuló ayer la versión de que el ministro de Planificación, Julio De Vido, le habría pedido la renuncia a toda la línea de subsecretarios y algunos subordinados del área de Energía. Según esa versión, la situación del secretario de Energía, Daniel Cameron, permanecía indefinida.

La información no pudo ser corroborada por otras fuentes. Desde la propia Secretaría de Energía se señaló que “la única novedad es que ha habido un procedimiento usual antes de un cambio de autoridades o fin de período: todos los funcionarios presentan su renuncia para dejarles las manos libres a las autoridades”. Seguramente, no fue por una confusión tan elemental que empezó a circular la versión en Casa de Gobierno.

Interesada o no, la especie acerca de los movimientos en Energía tienen “cable a tierra” en las diferencias que separan a Cameron de De Vido, puestas de manifiesto particularmente en la forma de encarar la escasez energética de los últimos dos años. Mientras el secretario reclamaba a gritos un plan de racionalización del consumo, el ministro rechazaba de raíz cualquier alternativa que significara reconocer públicamente la falta de recursos energéticos.