Escoltado de funcionarios de alto rango de la actual administración y en el primer acto público sin la presencia de Cristina, el ex presidente Néstor Kirchner reinvindicó ayer la reestatización de Aguas Argentinas y celebró la decisión de su gobierno de dar de baja la concesión al grupo francés Suez, ex adjudicatario privado de la empresa.

El escenario fue el de los festejos de fin de año que los directivos de la empresa estatizada (Aysa) realizaron ayer junto con los cuatro mil empleados. “Es de todos los argentinos”, sentenció Kirchner, destacando “el coraje” de su gestión para “tomar todas las decisiones que había que tomar”, en alusión a la de rescatar la concesión en manos de los franceses de Suez. El mandatario recordó “las presiones de quienes decían que se iban a afectar las relaciones internacionales” al poner en marcha esta iniciativa y llamó a “profundizar el servicio”, ya que “a pocas cuadras del Obelisco todavía hay hermanos que no tienen cloacas”.

A José Luis Lingeri, integrante del directorio de Aysa y secretario general de la Federación de Trabajadores, le tocó los logros de la compañía, destacando que “un estudio privado posicionó a la empresa como una de las 100 mejores de servicios encuestadas de la actividad privada”. “Aysa llegó a tener un pico record de producción de agua potable de 4.500.000 metros cúbicos hora contra los 3.500.000 anteriores, lo que marca un importante recupero”, agregó. La empresa tiene “17.000 kilómetros de cañería de agua, 10.000 kilómetros de agua en desagües cloacales y 92 kilómetros de ríos subterráneos para abastecer a casi 10 millones de habitantes”, enumeró el dirigente cegetista.