El ministro de Hidrocarburos de Bolivia, Carlos Villegas, admitió que su país podría ver limitada su capacidad para cumplir con los compromisos de venta de gas a la Argentina durante el año recién iniciado. La capacidad de producción prevista, dijo, “no va a permitir cumplir a cabalidad los contratos con Brasil y Argentina”, explicó, aunque fijó la prioridad en la atención de la demanda paulista. Una vez cubiertas las necesidades del mercado interno y el volumen comprometido con Brasil, “a Argentina irá la diferencia”, que oscilaría entre 4 y 5,5 millones de metros cúbicos diarios, contra 7,7 millones originalmente contratados.

Argentina se ha convertido en los últimos años en dependiente del gas boliviano, sobre todo en los días más fríos del invierno. La declinación de la producción gasífera, junto con una demanda con crecimiento acelerado, fue agotando los plazos de autoabastecimiento. De igual forma ocurre con el balance entre consumo y producción del petróleo, producto que ayer alcanzó nuevos records en el mercado mundial. Ayer el barril volvió a florearse en torno de los 100 dólares en Nueva York (hasta 100,09), para cerrar la jornada a 99,21 dólares, por debajo de la clausura del miércoles 2.

El ministro Villegas, en la conferencia de prensa que compartió en La Paz junto al presidente Evo Morales, anunció un plan de inversiones para el año de la estatal YPFB y un grupo de empresas contratistas. Pero aclaró que las mismas no van a incidir significativamente en la producción de este período. “Estimamos que la producción de gas natural se va a mantener en torno de los 42 millones de metros cúbicos diarios”, dijo, de los cuales unos 6 millones serán consumidos por el mercado interno y otros 31 millones saldrán con destino a Brasil, más puntualmente a San Pablo. “La diferencia va a ser para Argentina”, es decir, en torno de los 5 millones de metros cúbicos diarios.

La operación de bombeo a Brasil se hace a partir de las explotaciones de Petrobras en territorio boliviano, a un precio pactado de 4,9 dólares por millón de BTU. Argentina, en cambio, le adquiere a YPFB, que a su vez obtiene el fluido de distintas contratistas. El precio de venta a la Argentina se eleva a seis dólares, pero ayer los funcionarios bolivianos señalaron que podría haber una suba en los próximos días.