Mientras que la desocupación alcanza el 8,3 por ciento, sin considerar los planes Jefas y Jefes de Hogar, el desempleo juvenil se encuentra en el 20 por ciento. Ayer, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, lanzaron un plan de empleo para jóvenes de entre 18 y 24 años destinado a brindar orientación y capacitación, a través de varias instituciones como organizaciones juveniles y la red de servicios de empleo. El programa se llama “Más y mejor empleo” y apunta a lograr la inserción laboral de 600.000 jóvenes a lo largo de los cuatro años que durará el programa. “Apuntamos a que se transforme en una política de carácter permanente”, indicó a Página/12 Adolfo Enrique Deibe, secretario de Empleo.

El plan cuenta con financiación del Banco Mundial que otorgó al Gobierno un crédito de unos 200 millones de dólares. Además, desde el Ministerio de Trabajo destacaron que la existencia de una red de empleo funcionando es una gran estructura que facilita el lanzamiento del plan. Deibe afirmó que si bien los jóvenes, como cualquier otro desocupado, puede recibir orientación en los centros de esa red, “ahora podremos realizar acciones más específicas hacia el sector”. El objetivo es que el 30 por ciento de los jóvenes, a los que apunta el programa, retomen sus estudios o realicen cursos de formación profesional. Se estima que cien mil accederán a prácticas en alguna de las cien grandes empresas que participan del programa. Estas “prácticas de empleo calificadas” serán de cuatro horas con una remuneración de 550 pesos, asignación que será abonada a medias entre el Estado y las empresas, y no duraran más de seis meses. Deibe señaló la existencia de una primera experiencia en Tucumán desde octubre del año pasado, en donde “3300 jóvenes trabajaron en más de 1250 empresas y la tasa de efectivización rondó el 42 por ciento”.

Una característica del sector es que existe una alta rotación en los trabajos por la baja calificación y menores costos de los despidos por tratarse de trabajos precarios. El proyecto se centrará en aquellos jóvenes con mayores dificultades de inserción laboral. Según el Ministerio de Trabajo, el 64 por ciento de los jóvenes desocupados provienen de hogares pobres. De los 600 mil jóvenes en situación de vulnerabilidad a los que apunta el programa, 220 mil buscan empleo y tienen hasta el secundario completo. Los restantes 380 mil están inactivos, no estudian, no terminaron el secundario, no trabajan y tampoco buscan.