El proyecto oficial de movilidad de las jubilaciones será tratado hoy en la Comisión de Previsión Social de la Cámara de Diputados. La iniciativa ingresó a la Cámara baja, con la posibilidad de modificaciones, aunque en los papeles no hubo cambios formales. Si bien la iniciativa tuvo un amplio consenso en los puntos neurálgicos, las diferencias parecen irreconciliables. Entre las críticas que recibió desde la oposición, la fórmula a través de la cual se ajustará automáticamente la jubilación será el principal escollo para un rápido dictamen el jueves próximo.

“Lo que hasta el momento tenemos es lo que entró”, dijo el diputado Claudio Lozano, a la salida de una reunión con sus pares en la que se plantearon al oficialismo algunas salvedades al proyecto. El presidente de la comisión, Juan Carlos Díaz Roig, del Frente para la Victoria, insistió en que el índice de movilidad estará “conformado en un 50 por ciento por el aumento automático de la recaudación previsional, y en otro 50 por la suba en los salarios de los activos”. Sin embargo, desde la oposición señalan inconsistencias en la fórmula (precisamente, por dejar afuera los aportes y las contribuciones), al tiempo que solicita que se actualice la pirámide antes de que se aplique el nuevo régimen. El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, aseguró que todas las objeciones serán escuchadas, y que se buscará acuerdo.

El complejo cálculo oficial aplica sólo una parte de los ingresos impositivos (los que denomina recursos tributarios “financieros”) a la variación del índice. Una parte del incremento en esos recursos (10 por ciento) se destinarán a un Fondo de Garantía y Sustentabilidad. El resultado se reduce aún más “al dividir los recursos totales por cantidad de beneficiarios (4.500.156, sin actualizar)”, explicó a PáginaI12 la diputada María América González. “Además no se incorporan los recursos que más han crecido, es decir los aportes personales y las contribuciones patronales”, coincidieron González y Lozano.

Otro punto resistido es acerca de la existencia de dos subfórmulas y la posibilidad de elegir entre ambas la que arroje el menor incremento. El proyecto contiene dos índices alternativos: uno combina el aumento de los salarios y de la recaudación tributaria por beneficiario, y el otro los ingresos de la Anses también sobre mismo denominador; y fija que cada seis meses el ajuste de los haberes se hará por el que resulte más bajo. “En la opción A la recaudación impositiva está afectada al financiamiento del sistema y elimina la contribución por aportes y contribuciones”, dijo Lozano. El tramo B también es resistido, debido a que “toma el salario a través del índice general, en lugar de tomar el índice de variación salarial de los trabajadores registrados”.

Las partes aseguran haberse puesto de acuerdo con la necesidad de imprimirle un cambio a la fórmula. Díaz Roig anticipó que desde mañana se buscará “unificar los criterios” para lograr un consenso entre las bancadas. “Dentro de la comisión el objetivo es unificar los criterios hasta el máximo y determinar cuáles son las cuestiones en las que hay distintas opiniones, que no serán más de dos o tres”, estimó. El diputado admitió diferencias en “cómo se recoge la fórmula”, y adelantó que “se podrían introducir modificaciones” sobre ésta. “La mayoría conceptualiza que la fórmula sea mixta”, agregó Díaz Roig. Por su parte, González opinó que “el mejor índice sigue siendo el salarial”.

Funcionarios de Seguridad Social admitieron que uno y otro índice pueden diferir en el corto plazo, pero sostienen que en el mediano plazo los salarios, la recaudación y los ingresos del sistema tienden a evolucionar de la misma manera. Al respecto, Tomada consideró que la oposición describe “escenarios imposibles, como que suban los salarios pero no aumente la recaudación previsional, o que crezca la recaudación, pero con salarios congelados”.

Finalmente, la oposición buscará que se explicite qué va a pasar con los regímenes especiales, docentes y científicos, derogados. Continuará también con el pedido de que se actualice la pirámide de haberes antes de que se aplique la movilidad.

Desde el Ejecutivo admitieron algunos cambios, aunque hasta el momento sólo fueron mediáticos. “Ha habido declaraciones públicas de que había modificaciones y ninguna propuesta concreta, por lo que no tenemos certezas de esa voluntad del gobierno”, criticó Lozano. Hoy a las 14 se reunirán todos los bloques en la sala dos de la Comisión de Previsión Social para seguir delineando las alternativas al proyecto, según informó González. El oficialismo pretende cerrar el tema el jueves con un dictamen favorable, mientras que la oposición espera una respuesta a sus objeciones.