El presidente del Banco Central Europeo y portavoz del G-10, Jean-Claude Trichet, pronosticó ayer en Basilea un debilitamiento mayor de la economía global y una tasa de inflación muy elevada. En una rueda de prensa celebrada tras la reunión de los bancos centrales de los países más industrializados del mundo, Trichet dio la bienvenida al rescate estatal de las entidades hipotecarias estadounidenses Fannie Mae y Freddie Mac, que tienen los títulos de la mitad de toda la deuda hipotecaria en Estados Unidos por valor de más de 11 billones de dólares. “Tomamos nota de la decisión del Tesoro estadounidense y del secretario Henry Paulson de rescatar Fannie y Fre-ddie. Ha sido una decisión muy importante y es bienvenida considerando las circunstancias”, dijo Trichet. El presidente del BCE hizo hincapié en que “el crecimiento de la economía global sigue siendo robusto y significativo, si bien es visible cierto grado de ralentización mundial”. Trichet destacó que la resistencia de algunas economías emergentes con un ritmo de crecimiento elevado contribuye a la situación positiva mundial, pero afirmó que en estas regiones también se va a producir un pequeño debilitamiento. Los banqueros añadieron que su actuación irá encaminada a evitar que la inflación cree una espiral de precios y salarios que no se ajuste a la definición que todas estas entidades tienen “implícita o explícitamente de estabilidad de precios”.