El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, liberará fondos para financiar la compra de automóviles y aseguró que no faltará crédito para garantizar la demanda interna. El gobierno decretó esta semana una medida provisoria, con fuerza de ley, por la cual el Banco de Brasil quedó autorizado a adquirir entidades financieras o conceder préstamos para evitar el enfriamiento del mercado interno. Por otro lado, el índice Bovespa de San Pablo cerró con una baja del 6,91 por ciento, que elevó a 36,45 por ciento la depreciación acumulada en lo que va de octubre. Mientras que el dólar cotizó a 2,325 reales.

El Banco de Brasil financiará la venta de automóviles en planes de 36 cuotas mensuales. “La industria automotriz tiene una cadena productiva extraordinaria y nosotros no queremos que el sector automovilístico deje de ser uno de los estandartes de la industria brasileña”, señaló Lula Da Silva, quien agregó: “El crédito es el oxígeno de la economía”.

El presidente brasileño estuvo reunido ayer con empresarios para evaluar algunas fórmulas para enfrentar los riesgos de enfriamiento de la economía. El Consejo de De-sarrollo Económico y Social (un órgano consultivo de la presidencia) propuso al gobierno la creación de un fondo de garantía con 10.000 millones de reales (unos 4400 millones de dólares) que permita mantener el flujo de créditos y los presupuestos de las obras del llamado Programa de Aceleración del Crecimiento.

Por otro lado, la Bolsa de San Pablo cerró una semana de caídas, al igual de lo que sucedió en todo el mundo. El Bovespa concluyó la jornada en su nivel más bajo desde 2005. La caída fue impulsada por la depreciación del 10,13 por ciento en los papeles de Petrobras. La moneda brasileña perdió 0,95 puntos y cerró con relación al dólar en 2,325 reales.