El titular de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario, Ricardo Echegaray, volvió a criticar ayer duramente a los dirigentes de las entidades del campo. “Si los productores hubieran vendido su trigo el 17 de junio, por ejemplo, hubiesen obtenido un precio mucho mayor al actual, pero no lo vendieron por un sólo motivo: porque la dirigencia rural los llamó a no vender”, aseguró el funcionario a través de un comunicado. “La dirigencia agropecuaria y los grandes productores tomaron esta resolución con objetivos políticos ajenos a los intereses del campo; y se pueden dar ese lujo porque tienen espaldas financieras para soportar no sólo cuatro meses de lockout, sino uno o dos años. Con esa decisión perjudicaron a los pequeños productores, que viven del día a día como un asalariado”, agregó. De esa forma, la Oncca salió al cruce de las críticas que viene recibiendo por parte de entidades rurales que identifican a la entidad como la responsable de establecer trabas burocráticas que afectan la rentabilidad de su negocio y retacear información pública. “La Oncca trabaja para formalizar un sector que se mantenía muy lejos de los estándares impositivos del país, logrando así un comercio más transparente, en beneficio de todos y no para picardía de unos pocos. Los cambios siempre son resistidos por quienes se beneficiaban de lo que había: trabajo en negro y cosechas sin declarar”, remarca el comunicado oficial. Los ruralistas responderán en los próximos días profundizando aún más el enfrentamiento.