El Parlamento alemán aprobó ayer el segundo paquete de estímulo económico por un monto de unos 50.000 millones de euros hasta el 2010. Con este programa, el mayor en su historia, el gobierno alemán pretende combatir la crisis financiera y económica internacional y apuntalar su economía. El plan fue lanzado a finales de enero por la canciller Angela Merkel. Será financiado mediante una nueva deuda pública por valor de 36.800 millones de euros e irá dirigido principalmente a aumentar las inversiones, tanto a nivel federal, como regional y local, y a mejorar la educación. El paquete incluye además pagos asistenciales, una importante reducción de la carga impositiva, rebajas de costos laborales y subsidios para la adquisición de automóviles, entre otros.