Gustavo Calleja, subsecretario de Combustibles en el gobierno de Raúl Alfonsín, hoy secretario general de la Fundación Illia e integrante de la conducción del Grupo Moreno, señaló a los firmantes del documento emitido ayer como “neoliberales energéticos: ninguno se opuso a las privatizaciones, algunos incluso fueron ejecutores”. Subrayó que la principal coincidencia entre ellos ha sido siempre “defender el libre juego del mercado, ninguno se aparta de ese modelo”.

–¿Qué responsabilidad les adjudica a los firmantes del informe en las políticas que llevaron a la situación actual?

–Julio César Aráoz, acompañando la gestión de Roberto Dromi en los primeros años del menemismo, fue uno de los responsables de los decretos de desregulación que abrieron paso al desmantelamiento de todos los instrumentos del Estado en la materia. Fueron la base de la entrega del sector, incluso la privatización de YPF, que vino después. Alieto Guadagni fue un entusiasta defensor de ese mismo modelo, incluso en sus libros. Emilio Apud y Gustavo Montamat son neoliberales convencidos. A Montamat lo respeto por su capacidad técnica y porque expresa lo que piensa. Y Jorge Lapeña acompaña la misma política, aunque con un discurso dual. Junto a él trabajaba Roberto Echarte, que se comió los apagones de aquella época.

–¿Qué reflexión le merecen el documento y su posición política?

–Reconozco coincidencias en el diagnóstico, puedo acordar con la “foto” de esta realidad. Vamos camino a la pérdida del autoabastecimiento de hidrocarburos, no hay inversiones suficientes, todo el modelo funciona con fallas de gestión. Pero el problema es el modelo que le da origen. El documento no dice nada respecto a que lo que fracasó es el modelo de mercado. El modelo es lo que produjo esto. La desinversión viene de los ’90. Tampoco reivindica la energía como servicio público, cuyo fin es resolver problemas sociales y no dar ganancias a las empresas. Cuestionan que el país se quede sin autoabastecimiento, pero no dicen que si no se recupera la renta energética, si no se la sacan a los concesionarios petroleros y generadores eléctricos, no vamos a ningún lado.

–¿Y políticamente?

–Señala los males, pero no por qué pasó. No creo que se trate de un olvido: este informe pareciera una jugada de los muchachos (los empresarios) petroleros.