El desempleo en Estados Unidos alcanzó su nivel más alto en veinticinco años. La tasa de desocupación trepó en abril a 8,9 por ciento, mientras que si se suman los subocupados la cifra crece a 15,8 por ciento. Son 13,7 millones de personas afectadas, contra 13,2 millones de marzo. Ya van dieciséis meses consecutivos de disminución del empleo. Desde que empezó la caída, en enero de 2008, la economía más grande del mundo perdió 5,7 millones de puestos de trabajo, la mayor erosión desde la crisis del ‘30. Sin embargo, los mercados financieros se tomaron de otro dato del mismo informe laboral para encadenar otra jornada con importantes subas: la destrucción de empleos del mes pasado fue menor a la de marzo y la más baja en seis meses.

“Es alentador” que la sangría en el mercado de trabajo esté menguando, juzgó Barack Obama al conocer los datos. Pero reconoció que superar la crisis “llevará meses y quizás años”. En abril cayeron 539.000 empleos, contra 699.000 de marzo y 630.000 vaticinados por analistas de mercado. Este mejor resultado en comparación con lo previsto favoreció la tendencia alcista de Wall Street. Los otros dos elementos que promovieron la suba fueron el nuevo incremento en el precio del petróleo y las mejoras en los resultados del sector bancario.

El valor del crudo WTI –de referencia para la Argentina– avanzó 3,4 por ciento, al negociarse a 58,63 dólares el barril. Es el mayor precio en seis meses. Las noticias que dan cuenta de una mejora en la economía estadounidense y la expectativa de los inversores de que la demanda de energía crecerá a partir de ese cuadro explican la escalada de las últimas dos semanas, que marcan un acumulado del 17,5 por ciento.

Los inversores, por otra parte, recibieron con optimismo los resultados del análisis sobre la capacidad de los bancos para afrontar un eventual empeoramiento de la crisis, que determinó que 10 de las 19 entidades examinadas necesitan unos 75.000 millones de dólares adicionales para enfrentar esa situación. El monto es menor a lo anticipado por el mercado. Con todo ello, la Bolsa de Nueva York cerró con un alza de 1,96 por ciento en el índice Dow Jones, mientras que el Nasdaq ganó 1,33 por ciento. Subieron las acciones de las petroleras Exxon Mobil y Chevron y de la mayoría de los bancos.