Desde ayer, quedaron formalizados los nuevos cuadros tarifarios para la electricidad por los cuatro meses de excepción: para los consumos de junio y julio, en los que no habrá subas, y para agosto y septiembre, donde sólo se aplicará el 30 por ciento de los incrementos pautados, que recobrarán íntegra su vigencia a partir de octubre. Como en el caso del gas, las distribuidoras deben volver a confeccionar las facturas de aquellos usuarios que ya pagaron los aumentos y tienen derecho a que se les devuelva el importe como un crédito sobre los futuros consumos. Esto sin necesidad de hacer trámite alguno. Las empresas también tienen que rehacer las facturas de agosto y septiembre que ya hubiesen confeccionado para aplicar sobre ellas el descuento que corresponde. Para ese período el Estado asumirá como un costo propio el 70 por ciento de la nueva tarifa, esfuerzo fiscal que las eléctricas deben detallar con rojo en cada nueva boleta.