En Economía estiman que en 2010 el saldo comercial superará los 16 mil millones de dólares. Y esperan que la mayor parte de esas divisas sean compradas por el Banco Central. Si se cumplen sus vaticinios, a fines del año próximo Argentina contará con aproximadamente 60 mil millones de dólares de reservas internacionales. El ministro de Economía, Amado Boudou, es partidario de tener la mayor cantidad de reservas posibles. Martín Redrado, el titular del BCRA, siempre afirmó que el Gobierno no debe utilizar esos fondos para otros fines que no sean garantizar un dique contra corridas o para colaborar en pagar algunos vencimientos de deuda. Pero otros miembros del Gobierno piensan que el stock actual, a la actual paridad cambiaria, es más que suficiente y que superando los 50 mil millones se debería buscar otro uso al saldo excedente sobre ese monto. La mayor parte de las reservas están depositadas en el exterior a tasas de interés mínimas. “Si se utilizaran 3 o 4 mil millones de dólares para fondear al Banco de Desarrollo, se daría un enorme impulso a la inversión”, señaló a Página/12 un importante colaborador de la Presidenta.