Desde Brasilia

Más allá de las diferencias en materia comercial, los gobiernos de Argentina y Brasil firmaron ayer una serie de acuerdos relacionados con la producción de energía, un programa contra la lucha del dengue, el fortalecimiento del farmacopeas y sustancias químicas de referencia (genéricos) y un convenio para facilitar el ingreso de turistas brasileños al país. Por otro lado, la presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Norma Boero, firmó con su par de Brasil, Odair Goncalvez, una carta de intención donde se comprometieron a trabajar en conjunto en la extracción de un isótopo nuclear que es utilizado en Brasil para la fabricación de equipamiento médico, como radiografías por contraste.

Argentina ya exporta este isótopo al país vecino –lo que representa 1,6 millón de dólares al año–. Parte del acuerdo consiste en la duplicación de la producción nacional de este mineral para fines de diciembre y una nueva duplicación para febrero del año próximo, con el objetivo de abastecer el mercado brasileño y el de Latinoamérica. Desde el lado empresarial, la compañía brasileña Valle Del Río Dulce acordó con el gobierno argentino que invertirá más de 2500 millones de dólares para la producción de potasio en la cuenca minera de Mendoza y Neuquén.

Luego de las arduas negociaciones comerciales, argentinos y brasileños firmaron una serie de acuerdos de cooperación institucional y técnica. La rúbrica se realizó en el primer piso del Palacio Itamaraty, sobre la mesa histórica donde se firmó la libertad de los esclavos brasileños. En cuanto a la provisión de energía, ambos países se comprometieron a iniciar durante el segundo semestre de 2010 los estudios de prefactibilidad para construir la segunda central hidroeléctrica en Garabi, un poco más arriba del río Uruguay. Garabi es la primera hidroeléctrica realizada con Brasil, aunque todavía su fabricación está en un estado inicial. En energía atómica, la CNEA acordó duplicar la producción del isótopo nuclear que es utilizado en Brasil para la fabricación de equipamiento médico. “El negocio de la CNEA no es producir isótopos, sino centrales nucleares, pero nos pidieron colaboración a nivel mundial porque actualmente sólo se cubre el 20 por ciento de la demanda de estos isótopos, muy relevantes pa-ra la medicina”, afirmó Boero a Página/12. El acuerdo entre ambas comisiones incluye la construcción de reactores de investigación, que todavía no tienen fecha prevista para su construcción. Además de estos convenios, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner aseguró que para el próximo año se esperan grandes inversiones brasileñas en el país. Una de ellas será el desembolso de más de 2500 millones de dólares de Valle Del Río Dulce para la producción de potasio en la cuenca minera de Mendoza y Neuquén.