Para la mayoría de los gobernadores es una medida histórica. Es la cancelación de “la histórica deuda interna”, como dijo el sanjuanino José Luis Gioja. O la instalación de “un bypass” para las economías provinciales, como bromeó –apenas– otro kirchnerista. La mayor parte de los gobernadores llegaron a Buenos Aires ayer convocados aceleradamente por la presidenta Cristina Kirchner a un encuentro cuyo objeto no lograban discernir. El anuncio de la refinanciación de las deudas de las provincias sorprendió a varios, que fueron entendiendo lo que sucedía mientras el ministro de Economía, Amado Boudou, desgranaba la iniciativa. La medida, reconocen, no sólo oxigena las arcas territoriales en el presente, sino para llegar holgados a las elecciones de 2011. La decisión, además, vuelve a comprometer a los mandatarios en la defensa de dos temas claves para el Gobierno: el impuesto al cheque y el proyecto de ley para reglamentar los ATN que avanza en el Congreso.

“Ahora nadie se va a poder quejar –decía anoche un interlocutor de la Rosada–. A nosotros nos van a correr con el tema de las elecciones, pero ahora todos van a estar en las mismas condiciones.”

El sábado voló a Buenos Aires el chaqueño Jorge Capitanich, y estuvo reunido con la mesa chica de Economía el fin de semana para discutir las formas de la refinanciación. La medida era uno de los reclamos pendientes de las provincias, y eje de los últimos encuentros entre los jefes territoriales y el Gobierno. Córdoba y Buenos Aires son las dos provincias más beneficiadas con la postergación de los vencimientos, que además prevé la eliminación del ajuste por CER de las deudas de las provincias y reprograma la deuda por 20 años.

“Esto es como la asignación por hijo, una medida histórica, la mejor demostración de la vocación de este Gobierno de pagar la verdadera deuda interna –indicó, exultante, Gioja, poco después del encuentro–. Creo que es una de las mejores medidas del año del Bicentenario para resolver las cuestiones pendientes de la federalización, y contar con recursos para la pobreza, las obras públicas, el desarrollo.”

En ese mismo tono, salió a respaldar la medida Daniel Scioli. “Hoy es un gran día –dijo–. Es un salto federal hacia adelante, que junto a la Asignación Universal por Hijo, la cosecha record de la soja y el despegue inédito de nuestra industria automotriz consolida un gran año del Bicentenario para todos.” Y en ese contexto, midió la decisión como “estratégica” y que permite a las provincias “el regreso a los mercados internacionales de capital”.

Juan Schiaretti evaluó que “el 2011 era el año en que operaban más vencimientos de deudas y con esta decisión nos liberan”. En el caso de Córdoba, explicó, “en este año y el siguiente, vencían 1100 millones de pesos y ahora la mitad no vence y se refinancia al seis por ciento anual”. Algunos hablaron de “canje de la deuda”. Otros se ocuparon de subrayar que no serán los únicos ingresos. Que este año aumentó cuatro veces el fondo solidario de la soja y la economía de las provincias crece con los números del país. En el entorno del tucumano José Alperovich también festejaban. “Usted me dirá que es como premiar a los que se portan mal, porque la prórroga llega a las provincias con deudas, como sucede cuando sale una moratoria –sugirió uno de sus funcionarios–. El problema es que estas deudas –agregó– para las provincias son como la deuda externa del país: la mayor parte se contrajo hace años, después de la crisis de 2001 y los gobiernos las arrastran como lastres que los terminan ahogando.”

Entre las provincias que habían pasado por la Casa Rosada reclamando la refinanciación estuvieron Corrientes y Catamarca. Los radicales Ricardo Colombi y Eduardo Brizuela del Moral pedían refinanciaciones hasta 2030, en línea con la decisión que tomó el Gobierno. En torno del catamarqueño anoche daban por aprobado la decisión del Gobierno. Y para Colombi “es un paso importante –reconoció ante Página/12–. Desconozco todos los efectos, pero la propuesta tiene parecidos con lo que yo mismo propuse en 2005 ante el Ministerio de Economía”, se entusiasmaba.