El proyecto que envió ayer el Ejecutivo al Congreso es la tercera versión de Presupuesto 2002 que llega a la Cámara baja. Domingo Cavallo, como ministro de la Alianza, había enviado el primero en septiembre, con una pauta de crecimiento del 6 por ciento para este año, y a principios de diciembre mandó el segundo, corrigiendo la proyección a un aumento más moderado del PBI del uno por ciento. La versión que aterrizó ayer en el Congreso estima una retracción del 4,9 por ciento, todavía optimista de acuerdo a las estimaciones privadas.
Para poder conseguir un superávit primario (antes del pago de intereses) equivalente al uno por ciento del producto bruto, el presupuesto incluye recortes del 30 por ciento en el total de las partidas de bienes y servicios y proyecta a todo el año la reducción del 13 por ciento en salarios y jubilaciones mayores a 500 pesos. Las transferencias a las provincias se podarán en ese mismo porcentaje, todo lo cual configura el carácter fuertemente recesivo del Presupuesto 2002.