“La empresa privada es hija de la libre iniciativa, no de la decisión arbitraria de los gobiernos”, lanzó el presidente saliente de la Unión Industrial, Miguel Acevedo, en alusión al conflicto entre el Poder Ejecutivo y el Grupo Techint por el nombramiento de directores de la Anses en una de sus empresas, Siderar. “Demanda, previsibilidad y reglas de juego estables, así se genera confianza y estímulo para nuevas inversiones, porque quien las efectúa asume que las condiciones regulatorias bajo las cuales decide invertir no serán alteradas con el tiempo”, completó. Entre el auditorio aplaudieron tres ejecutivos del holding de los Rocca, conformes por la amplificación de su discurso por parte del dirigente de la central fabril.

Acevedo habló antes que José De Mendiguren, nuevo presidente de la UIA, quien evitó referirse a la pulseada entre Techint y el Gobierno, más allá de una mención a la necesidad de preservar y potenciar a las multinacionales argentinas (ver nota central). El reparto de roles en la entidad manufacturera será una constante bajo la nueva conducción, dado que conviven allí visiones diferentes sobre cómo debe encarar la UIA la relación con el Gobierno.

Mendiguren tiene una posición conciliadora y buen diálogo con los ministros De Vido, Giorgi y Boudou. Acevedo, entre otros, es representante de una gran empresa, la Aceitera General Deheza, y ayer cumplió con la tarea de hacer conocer la voz de ese sector, misión que compartirá con otros como Federico Nicholson, del Grupo Ledesma, o Adrián Kaufmann Brea, de Arcor, más allá de los representantes de Techint. Acevedo dejó la presidencia y asumió como secretario, virtual número dos de la UIA.