Después de un primer pronunciamiento positivo, la UCR finalmente resolvió ayer rechazar el proyecto del oficialismo para expropiar la Compañía de Valores Sudamericana (ex Ciccone Calcográfica), que comenzará a ser tratado hoy en el Senado. En una conferencia de prensa encabezada por su presidente, Mario Barletta, y por los titulares de los bloques legislativos, Ricardo Gil Lavedra y Luis Naidenoff, los radicales aseguraron que “no están dadas las condiciones para discutirlo” porque no cuentan con información sobre la situación y accionistas de la empresa, cuya quiebra y posterior levantamiento investiga la Justicia. En esa causa está involucrado el vicepresidente, Amado Boudou, y el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, fue imputado por el fiscal Jorge Di Lello.

Con el rechazo de la UCR, todo el arco opositor se expresó en contra de la medida impulsada por el Poder Ejecutivo para intervenir y expropiar la empresa. Si bien el radicalismo, al igual que el FAP, Proyecto Sur y el PJ disidente presentaron proyectos de un tenor similar hace ya varios meses, la oposición remarcó que el kirchnerismo busca “tapar un caso de corrupción”. “Es un caso de corrupción escandaloso. El Gobierno está abroquelado detrás de esta cuestión. Ciccone es el Gobierno y en consecuencia ha cerrado la persiana para que no se filtre ninguna información. En estas condiciones es impensable un proceso transparente como tendría que ser para que una empresa de estas características pase al Estado”, remarcó Gil Lavedra.

Los radicales habían tenido una postura muy prudente al conocerse el martes la decisión del Ejecutivo e incluso habían adelantado un posible apoyo. “En principio, en el radicalismo estamos de acuerdo con la expropiación y blanqueo de la situación de la empresa responsable de la impresión de billetes”, había expresado Gerardo Morales, vicepresidente del Senado y hombre de peso en la UCR. En el mismo sentido se habían manifestado Naidenoff y también el senador Ernesto Sanz. En aquel momento, Morales aclaró que el radicalismo también esperaba “la información del Gobierno correspondiente a la quiebra, los dueños y las deudas con el Estado de la ex Ciccone”.

El cambio se produjo después de una reunión en el Comité Nacional, donde se juntó la cúpula radical y resolvió no quedar pegada al oficialismo en lo que consideraron una “maniobra para proteger el hecho de corrupción más emblemático de este Gobierno”, según las palabras de Barletta. Los radicales ratificarán esta posición en la reunión de Comisión de Presupuesto y Hacienda que se hará hoy en el Senado, donde Morales ya anticipó un encendido debate: criticó al titular de la comisión, Aníbal Fernández, quien adelantó que será la Sigen la que realice una auditoría de la empresa. “Que Reposo tenga que controlar a Ciccone es una joda –remató el jujeño–. Se pasaron.”