El presidente Duhalde salió ayer a decir que el dólar se estabilizará dentro de un mes en 1,70 peso gracias a la intervención del Banco Central y hasta sugirió que “en algún momento” podría regresar la Convertibilidad, pero con otra paridad peso-dólar. Ambas declaraciones cayeron como un balde de agua fría en el equipo de Remes Lenicov, donde se preocuparon por desmentirlas. “El Presidente no debería hablar del dólar. El problema es que cada vez que le preguntan de economía se desequilibra”, afirmó a este diario un estrecho colaborador del ministro de Economía.
Duhalde dijo, en declaraciones radiales, que el gobierno “ha decidido que el dólar baje a 1,70 peso, mediante la intervención del Banco Central”. Y anticipó que “hay que esperar más o menos un mes para que se estabilice” en esa cotización. Para justificar la paridad de 1,70, el presidente explicó que tomaba un promedio “entre lo que se ha fijado de 1,40 peso y los dos pesos del mercado”. “Es lo que se ha decidido, lo hemos decidido: no puedo engañar a la gente y no decirlo, tengo que ser sincero con los argentinos”, aseguró.
Consultado por el tema, uno de los hombres de más confianza de Remes respondió a este diario: “El Presidente no debería hablar del dólar. El problema es que le preguntan de economía, se pone nervioso y contesta lo que se le ocurre. Nosotros cuando hablamos del dólar somos lo suficientemente sutiles para no decir nada”, afirmó.
Para llegar a una paridad de 1,70 peso por dólar, el Banco Central tendría que vender una enorme cantidad de sus reservas, si se tiene en cuenta los resultados de las intervenciones de los últimos dos días para aplacar la suba de la cotización. Y con un dólar en esos niveles, a juzgar por lo ocurrido la semana pasada, difícilmente los exportadores ingresarían sus divisas al país, con lo cual sólo podría sostenerse con más ventas del Central.