El ex ministro Norberto Yauhar había planteado la necesidad de transparentar la cadena de la carne, para evitar distorsiones y la comercialización en negro. ¿Profundizará esta línea de trabajo?

–Incorporar transparencia es uno de nuestros objetivos. La herramienta tecnológica puede ser el chipeado (identificar con un chip a cada animal) o cualquier otra. Pero el problema de fondo es más que esto. Hay que incorporar tecnología pero en base a un sistema de información que nos permita tomar mejores decisiones y estrategias.

–La dirigencia patronal se queja por la pérdida de cabezas de ganado y una baja en las exportaciones. Sin embargo, desde el INTA sostenían que el stock había comenzado su reconfiguración y que el mercado interno era más rentable que la exportación. ¿Cómo está la situación actualmente?

–En estos días subió nuevamente el precio de la carne. Yo creo que el posicionamiento de la mirada sobre los saldos exportables incluye a la carne. El tema del mercado interno se puede manejar con tranquilidad, sin problema en cuanto a los factores de rentabilidad. El tema no pasa sólo por la recomposición del stock. Pasa por incorporar productividad. Y en Argentina los niveles e indicadores de producción sanitarios son de hace cien años, hay muy poca incorporación de tecnología que mejore estos indicadores. Entonces, el foco no puede ser sólo el stock sino la cantidad de terneros necesarios, el rendimiento por vaca, etcétera.

–¿Y cuál es el nivel de producción de terneros?

–Estamos por debajo de los niveles mundiales. Esto no es malo per se, pero demuestra que todavía queda mucho por hacer y el sector lo sabe. La pérdida de stock fue un tema de discusión, pero nunca se dijo que la Argentina sufrió un proceso de agriculturización. Hoy tenemos 51 millones de cabezas de ganado y se perdieron entre 10 y 12 millones de hectáreas que fueron ocupadas por producciones más rentables, como la soja. Actualmente producimos casi lo mismo pero con 10 millones de hectáreas menos, por lo tanto esto habla de cierto nivel de eficiencia del sector. Es verdad que bajó el stock del país, pero al mismo tiempo hubo zonas del país donde creció, como el NOA y el NEA.

–¿Cuál es el actual nivel de consumo de carne?

–La Argentina supo tener un poco más de 100 kilos de carne vacuna por año por habitante. Hoy estamos con una sobredosis de proteína importante, aproximadamente entre 115 y 120 kilos por habitante por año en total, de los cuales entre 65 y 70 kilos son de carne vacuna, entre 40 y 44 kilos de pollo, y entre 10 y 12 de cerdo.