El Ministerio de Economía prevé para el próximo año un crecimiento de 2,8 por ciento, un precio del dólar promedio para todo el año de 9,45 pesos, un superávit comercial de 9200 millones de dólares y una variación interanual del IPCNu de 15,6 por ciento. Con esos supuestos macroeconómicos, el equipo económico difundió ayer el proyecto de ley de Presupuesto 2015. “No es una predicción sobre lo que va a pasar, sino un plan de trabajo para la administración que refleja lo que esperamos hacer dadas determinadas situaciones. Pero también esperamos tener los reflejos y la capacidad para actuar ante una realidad externa muy cambiante”, expresó ayer el titular del Palacio de Hacienda, Axel Kicillof. Los documentos presentados al Congreso ofrecen un anticipo de las estimaciones del Gobierno para lo que resta de 2014. El PIB terminará el año con un escaso crecimiento de 0,5 por ciento, lejos del 6,2 por ciento esperado un año atrás.

El proyecto de Presupuesto habilita la creación de un nuevo Fondo de Desendeudamiento (Fondea) por hasta 11.889 millones de dólares para cancelar una porción de los vencimientos de deuda con tenedores privados. El mecanismo de pago de obligaciones con reservas del Banco Central inaugurado en 2010 registrará el próximo año su sexta y más abultada edición. Los principales vencimientos con el sector privado están asociados con el pago de 6000 millones de dólares del Boden 2015 en octubre y los intereses por 3000 millones de dólares de los bonos Discount y Par. El resto representa títulos en pesos.

El mensaje enviado al Congreso destaca la Ley de Pago Soberano Local como un mecanismo para garantizar que los tenedores de bonos reestructurados reciban los vencimientos en tiempo y forma, pero no ofrece detalles sobre cómo continuará la disputa con los fondos buitre una vez que caduque la cláusula de Derechos sobre Futuras Ofertas (RUFO, por sus siglas en inglés) el 31 de diciembre de 2014. “Se prevé seguir avanzando en el proceso de regularización de los pagos de la deuda aún pendiente de reestructuración”, afirma el texto, al tiempo que señala que continuará “con la evaluación y captación de fuentes de financiamiento adecuadas para la realización de obras de infraestructura que promuevan el desarrollo económico”.

“Uno de los pilares centrales de nuestro crecimiento son las políticas contracíclicas, de sostenimiento y fomento de la demanda interna. Se va a seguir sosteniendo el año que viene”, enfatizó Kicillof acompañado por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. La hoja de ruta para el próximo año estima que los ingresos corrientes alcanzarán hasta 1,3 billón de pesos, un aumento interanual de 27,8 por ciento, mientras que los gastos corrientes sumarian 1,2 billón de pesos, una variación de 18,8 por ciento. El equipo económico espera un superávit primario –antes del pago de intereses de la deuda– de 1,02 por ciento del PIB y un déficit financiero equivalente a uno por ciento del PIB.

El presupuesto prevé que el gasto primario aumente 13,1 por ciento en relación con 2014. Los gastos corrientes –representan el 87 por ciento del total– aumentarán un 18,5 por ciento respecto del ejercicio en curso, fundamentalmente debido al incremento de las prestaciones de la seguridad social y las transferencias corrientes. En tanto, los gastos de capital previstos para 2015 registran una disminución del 12,7 por ciento respecto de 2014. Ese comportamiento se explica por el gasto en inversión financiera destinado a la recuperación del control de YPF en 2014, lo cual origina una fuerte disminución de 73,8 por ciento en la inversión financiera de 2015. Descontado este efecto por la petrolera, la variación del gasto de capital mostraría un crecimiento del 13,2 por ciento.

El gasto en Educación para 2015 se incrementa un 29,9 por ciento interanual y las erogaciones destinadas a Ciencia y Técnica continuará el sendero creciente aumentando un 20,6 por ciento en 2015 respecto del ejercicio vigente. En cuanto a la Salud se produce un aumento del 8,5 por ciento en las asignaciones presupuestarias previstas para el ejercicio 2015 respecto de 2014.