ECONOMíA • SUBNOTA
- UBER: Una alternativa al taxi en Washington son los autos privados –símil a los remises– adheridos a la aplicación para celulares UBER. Los viajes son más baratos y, cuando se solicita un servicio por el celular, inmediatamente llega un mensaje con la foto del chofer y la patente del auto o la camioneta, en el caso de ser 10 personas. Es posible seguir en tiempo real la espera del vehículo y quienes utilizan el servicio cuentan que, como están disputándoles el negocio a los taxistas, ofrecen bebidas gratis y golosinas a los usuarios. No se usa efectivo. El precio te lo debitan de tu tarjeta y al finalizar el viaje hay que realizar una evaluación del servicio. En hora pico o con condiciones climáticas adversas la empresa recurre a la ley de la oferta y la demanda para subir los precios entre 1,5 y 2,75 veces.
- Gentrificación: Los nuevos lugares de moda que recomiendan los locales para salir a tomar algo en la noche son la zona de la calle 14 y el corredor de la calle U. Según describen los habitantes de esta ciudad, son lugares que antes eran “intransitables”. El proceso de renovación de la infraestructura y el desplazamiento de las caras indeseadas tienen la desagradable denominación en inglés de gentrification. Proviene de la palabra gentry, que podría traducirse como “alta burguesía”. Existen otros lugares ya “gentrificados”, para pasear como Dupont Circle o Georgetown. Por la noche también se sugiere visitar Adams Morgan, aunque el clima, advierten, puede ponerse pesado con los universitarios pasados de copas.
- Washington Metro: Son 188 kilómetros de recorrido que cubren seis líneas. Un viaje sencillo desde el Pentágono hasta el Congreso en hora pico cuesta 2,85 dólares. La SmartTrip, la tarjeta que permite a los habitantes de DC moverse en el transporte público, se consigue por 10 dólares, aunque está precargada con 8 dólares para utilizar. La SUBE de la capital administrativa estadounidense se compra en las estaciones y también en la cadena de farmacias/supermercados CVS.
- Revista Sur: La biblioteca de la embajada argentina en Washington exhibe una extensa colección de la revista literaria que editaba Victoria Ocampo. En la esquina de uno de los muebles se pueden revisar los números publicados entre 1939 y 1971. Entre los colaboradores habituales de la revista que en 1955 celebró el golpe militar que derrocó a Perón había escritores como Adolfo Bioy Casares, Waldo Frank y Jorge Luis Borges.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux