La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, planteó ayer que la negativa de los Estados Unidos a reformar el sistema de cuotas y gobierno del organismo en favor de las economías emergentes “es un problema para la representatividad y credibilidad de la institución, particularmente con los países infrarrepresentados”. En la rueda de prensa que siguió a la reunión plenaria del Comité Financiero y Monetario del FMI, Lagarde subrayó que “esta reforma debe ser tomada en serio. Espero que las autoridades de los Estados Unidos sepan apreciar la necesidad de reformar una institución multilateral en la que han participado de manera activa desde su creación y a lo largo de los años”. Las reformas suponen otorgar un mayor peso a los mercados emergentes en la estructura del FMI, especialmente para China, junto a la dotación de fondos adicionales por parte de los países miembros. Si bien recibieron un respaldo inicialmente por parte de Estados Unidos, en 2010, esa posición no pudo ser ratificada en el Congreso.