“El objetivo es claramente seguir favoreciendo a LAN en desmedro de la línea de bandera”, opinó el ex presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, en diálogo con Página/12. El ex funcionario explicó los alcances del acuerdo con la compañía provincial y el verdadero costo operativo para Aerolíneas.

–¿En qué consistía el convenio entre Aerolíneas Argentinas y Sol?

–Es un acuerdo similar al que se realizan en otras partes del mundo con sus aerolíneas y susidiarias; Lufthansa con Germanwings o América Airlines con US Airways. A Aerolíneas el acuerdo le permitía contar con una subsidiaria con una menor cantidad de plazas para acceder a lugares donde la línea de bandera no podía llegar por costos de otra manera. El acuerdo se hizo con el compromiso de Sol de renovar su flota e incorporar más aviones; en total, seis.

–¿El acuerdo se venía cumpliendo?

–Sí. Ya habían incorporado tres, de los cuales dos estaban operativos. El tercero no pudo estar operativo y queda suspendido por la rescisión del contrato. El objetivo era ofrecer de manera conjunta más destinos y cuotas de mercado en ciudades más pequeñas.

–¿En qué favorecía el acuerdo a Aerolíneas?

–Le permitía a Aerolíneas Argentina crecer y además vender más pasajes. El plan contemplaba la existencia de ganancias para Aerolíneas y perspectivas de futuro para Sol, que venía con problemas económicos.

–El Gobierno dice que generaba un costo por subsidios a Sol.

–No es cierto. El contrato contemplaba horas de alquiler de vuelos, los cuales eran bastantes baratos. Es decir, se alquilaban las horas y Aerolíneas se quedaba con la venta y la facturación de los pasajes, los cuales cubrían ampliamente los costos, además de sumar conectividad. Era un acuerdo ventajoso y conveniente para Sol, para Aerolíneas y para el país.

–¿A quién beneficia esta ruptura?

–El único beneficiado con esta ruptura es LAN en desmedro de la línea de bandera.

–También observan acerca de un supuesto riesgo financiero para AA.

–Eso tampoco es cierto. Aerolíneas no asumía ningún riesgo. Si esta alianza no funcionaba, había una cláusula de rescisión del acuerdo. Esa cláusula es la que utilizaron para finalizar el convenio, pero lo hicieron antes de que empezara a funcionar. El acuerdo llevaba pocos meses y venía con buenas perspectivas. Sol se había asociado además con Iberia para traer los nuevos aviones.

–¿Cuál cree que es el plan del macrismo para Aerolíneas?

–Todavía no saben lo que van a hacer. No tienen un plan claro, pero esto indica hacia dónde apunta. Sol ahora no tiene voluntad de seguir y tiene que hacerse responsable de su empresa y de los trabajadores. Se le hace muy difícil. Hace años que venía perdiendo.

–¿Cuál es la “herencia” en Aerolíneas?

–El nuevo gobierno recibe una aerolínea con una flota moderna y más amplia. Con la operación más regular y puntual de la Argentina. Con un déficit operativo que pasó de ser el 80 por ciento de la facturación cuando la dejaron los privados a un 8 por ciento, y con perspectiva de seguir creciendo y achicando los márgenes.

–¿Cómo debería seguir el plan de ampliación que se puso en marcha durante el kirchnerismo?

–Este mes entran dos aviones Embrear, luego tienen que ingresar dos Airbus 330 y cuatro Boeing 737-400 para reemplazar la flota vieja y sumar nuevos vuelos provinciales.