El relevamiento de inflación de Elypsis arrojó un alza del 2,5 por ciento para julio, cuando había medido 2,9 por ciento en junio. “Se trata del registro más bajo desde el inicio del nuevo Gobierno pero es algo pronto para confirmar una desaceleración. La inflación baja más lento de lo esperado”, indicó la consultora. El alza de las tarifas es uno de los principales elementos para explicar el salto inflacionario de los últimos meses. El incremento en las facturas de electricidad, que ahora se encuentra frenado por la justicia, no sólo impactó en las boletas pagadas en los hogares sino que provocó efectos de segunda ronda, con empresarios que tuvieron una fuerte distorsión de la estructura de costos y debieron trasladar parte de los aumentos al precio final de los productos. La carne, que aumentó en el año por encima del 40 por ciento, es uno de los ejemplos más concretos. Los frigoríficos trasladaron las subas de la luz provocando una fuerte alza en el precio final de uno de los productos más relevantes de la canasta básica.