La balanza de pagos argentina registró un déficit de 4429 millones de dólares durante 2001, y las reservas internacionales del Banco Central mostraron una pérdida de más de 12 mil millones de dólares en igual período. La deuda externa, en tanto, se redujo en 6500 millones de dólares durante el período, cerrando el año en una cifra de 139.783 millones.
Con un cuarto trimestre netamente desfavorable por la salida de capitales, el déficit de cuenta corriente se redujo de 8864 millones de dólares en 2000 a 4429 millones en 2001, menos de la mitad. Gran parte de esta baja en el déficit se originó en la caída de 4704 millones de dólares de las importaciones, producto de la recesión y la crisis.
Las reservas internacionales cayeron 12.004 millones de dólares y las reservas del sistema financiero (reservas internacionales más requisitos de liquidez en el exterior) 19.002 millones. El año pasado, el Producto Bruto Interno (PBI) cayó un 4,5 por ciento, luego de acumular una merma del 10,7 por ciento en el último trimestre, transformándose en la tercera caída anual consecutiva. De esta manera, y por segunda vez en la historia argentina, la actividad económica cayó tres años consecutivos. La vez anterior se remonta a los tres años que siguieron a la crisis del ‘30.
Durante el 2001, las importaciones cayeron un 20 por ciento, sumando en el año 19.148 millones. La disminución de las compras externas del orden de los 4704 millones de dólares se descompone en una caída de un tres por ciento por menores precios y de otro 17 por ciento por menores cantidades de productos importados.
Las exportaciones en el mismo período aumentaron un 4,5 por ciento en cantidad, al registrarse ventas por 26.655 millones de dólares, con un aumento del 0,9 por ciento con respecto de 2000.