ECONOMíA
• SUBNOTA › POLITICAS “DE INTERVENCION” EN LOS MERCADOS
Un corralito para los precios
Cómo evitar que la devaluación venidera se traslade inmediatamente a precios es un capítulo importante del plan económico que evalúan contrarreloj los técnicos del duhaldismo. El futuro ministro de la Producción, el actual titular de la UIA, José Ignacio de Mendiguren, y un grupo de economistas allegados a la entidad trabajaron intensivamente en las últimas horas sobre el punto. La conclusión fue terminante: no habrá control de precios oficial, porque el Estado no cuenta con los instrumentos ni la capacidad operativa para aplicarlo. Sin embargo, ya hay un menú de medidas listo para evitar que la inflación se dispare.
¿Cómo hacer para preservar el poder de compra de los salarios frente a una devaluación?, es uno de los interrogantes que ronda entre los economistas del duhaldismo. En especial, porque en los últimos días ya empezó a notarse remarcaciones de precios en distintos productos, no sólo importados sino también de fabricación nacional.
Tanto entre los colaboradores de Jorge Remes Lenicov como de Ignacio de Mendiguren consideran que las remarcaciones de los últimos días se deben fundamentalmente a la “incertidumbre”. Y confían en que una vez que haya nuevas reglas de juego la fiebre especulativa se atenúe. Sin embargo, también reconocen que la “memoria inflacionaria” de los argentinos asociada a las variaciones del dólar sigue vigente y que, por lo tanto, habrá que tomar precauciones adicionales para desactivarla.
“Para evitar un rebrote de la inflación hay que actuar en varios frentes simultáneamente”, dijo a este diario uno de los técnicos que trabaja por estas horas en el asunto. Según pudo saber este diario, ninguno de esos frentes incluye un control de precios generalizado. “Eso hoy es imposible, nadie cree que vaya a funcionar un control de precios, después de las experiencias que tuvimos en los ochenta”, agregó.
Pero sí implica que habrá “políticas de intervención” estatales en distintos mercados. En este sentido, las medidas en carpeta son las siguientes:
- Aplicación de la leyes de Defensa de la Competencia, con fuertes multas en aquellos sectores donde se perciban posiciones dominantes de mercado con el fin de aumentar precios.
- Los “formadores de precios” de mercados oligopólicos también serían amenazados con una política arancelaria que asegure el abastecimiento del mercado local. Es decir que, si bien la tónica general del plan es “proteger a la producción nacional”, habría reducciones selectivas drásticas de aranceles en aquellos sectores donde se perciban subas notorias de precios.
- Se pondrá en marcha un acuerdo con grandes cadenas de hipermercados para que mantengan los precios de góndola, facilitándoles la importación de los productos en los que se perciban problemas de desabastecimiento.
- Las tarifas de las empresas de servicios públicos privatizados son un capítulo aparte. Habrá desdolarización de tarifas y todavía está en estudio el mecanismo de indexación, aunque la idea es que no sea únicamente por inflación para no realimentar un incipiente proceso inflacionario.
“El objetivo es que el plan no termine en una espiral de remarcaciones de precios y que los empresarios entiendan que las mejoras de rentabilidad deberán venir por las mayores ventas, después de cuatro años de depresión”, resumió la fuente.
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