Hasta el mediodía asustó, luego aflojó y los operadores cruzan los dedos para que la tendencia se mantenga en las negociaciones de hoy. Se trata del petróleo, el cuco de los mercados. Ayer, el barril de WTI llegó al record de 54,45 dólares, pero declinó a 52,51 dólares al cierre. En la primera parte de la jornada fueron determinantes dos factores para la escalada: la incertidumbre sobre el verdadero nivel de reservas de Estados Unidos, a la que se sumó una huelga nacional y un incendio de un oleoducto en Nigeria, que es una de las principales naciones petroleras del mundo. El precio del crudo viene subiendo desde principios de año y ya totaliza un 66 por ciento, empujado por el más fuerte crecimiento de la demanda en 24 años. Algunos observadores estimaron que el barril de WTI podría alcanzar la friolera de 65 dólares en el corto plazo.