Arturo Porzecansky, economista jefe para mercados emergentes de ABN Amro Bank, apuntó ayer ante los gerentes financieros del IAEF hacia uno de los puntos más sensibles de los organismos multilaterales de crédito, cuyo auxilio es tan esquivo para la Argentina. “Estamos ante un sistema financiero internacional muy aleatorio, discrecional, donde se han politizado todas las decisiones. El Grupo de los 7 decide a quién le va a prestar y cuánto, con una arbitrariedad que complica a las calificadoras de riesgo y la decisión de los inversores”, sostuvo ayer el analista. Prueba de ello es que a Turquía, país rodeado de naciones que la administración de George Bush tilda como aliadas del terrorismo, recibió un descomunal préstamo que equivale a 25 veces su cuota al Fondo, transformándose gracias a ello en un pagador de suma confiabilidad. Con la misma discrecionalidad, también Corea del Sur –vecina de la comunista del Norte– tuvo un auxilio tan generoso que no guarda ninguna relación con las normas técnicas del organismo para dar ese respaldo.